Siempre me ha gustado rescatar a las viejas bandas que cayeron completamente en el olvido injustamente. Grupos tan brutales como Ayers Rock , Czar, Agitation Free … pero sobre todo a Jonesy! Una banda brutal, con una energía envidiable y unas composiciones que merecían estar en lo más alto de los anales del rock.
Jonesy fue una banda de principios de los 70, formados por John Evan-Jones, voz y guitarra, Jamie Kaleth, voz principal y teclados, Gypsy Jones, voz , bajo y Plug Thomas, percusión y coros. Pero lo que le otorgaba una personalidad propia al grupo era la inclusión de la inusual trompeta eléctrica de Alan Bown. Grabaron tres discos en el mítico sello Dawn; No Alternative, Keeping Up, Growing, y más tarde Sudden Prayers Make God Jump. Aunque el 2011 ha visto su retorno en forma de un nuevo trabajo, Dark Matter (inner space) que lamentablemente no cosechó el interés de muchos supuestos rockeros.
Todos sus trabajos contiene una fuerte influencias de King Crimson, pero no por ello se les parece! La historia de Jonesy siempre fue turbulenta, a causa de relación entre los dos hermanos: Gypsy y John Evan-Jones. Un conflicto bastante usual en bandas con hermanos, si no que se lo pregunten a The Kinks! Ambos hermanos empezaron a tocar música juntos en una edad muy temprana, y desde un primer momento sabían que querían formar una banda de rock.
De sus cinco discos destacaría Growing. Tras un éxito relativo en las listas con su anterior trabajo; Keeping Up, la banda quiso ser producida por alguien de renombre, por lo que eligieron a Rupert Hine, un productor muy talentoso, que produjo a Kevin Ayers, Tina Turner, Stevie Nicks, etc… Y que tuvo también su propio grupo, Quantum Jump. Con Jonesy , Rupert se encontró con una ardua tarea ya que la banda no quería seguir los consejos del productor de “comercializarse” un poco para llegar a un público amplio, pero el disco fue el que cosecho los mejores laureles de su historia; recibió el Premio Diamond de Montreux como álbum del año superando a Bob Dylan, y a sus amados King Crimson.
Este fue su tercer disco y último para el sello Dawn. Un trabajo que mezcla sabores funk, rock, psicodelia y jazz. Todo ello sazonado con napas de mellotrones, guitarras eléctricas que no se cortan a la hora de utilizar el Wah Wah. Con ello la banda consiguen una atmósfera atiborrada de cambios de ritmos, cercano al rock progresivo de los 70, pero con fuertes melodías con afinidades en el hard rock más clásico. Tampoco falta los momentos de pasajes más lentos, pletóricos de lirismo. El aporte del trompetista Alan Bown, es increíble, estableciendo las pautas en los incesantes duelos musicales entre órgano, guitarra y trompeta. Desde la inicial “Can You Get That Together” , el grupo es una verdadera apisonadora, arrasado todo por su paso. Un ritmo endiablado se apodera de ti, su música rezuma “groove” por todos sus poros. Un increíble viaje musical a través de seis temas que se termina épicamente por la homónima “Jonesy” donde el grupo da rienda suelta a toda su imaginación , llegando al clímax perfecto para dejarte extenuado y con la boca abierta. Y preguntándote, por qué no llegaron a triunfar como es debido! Estos son discos que me recuerdan el sentido de amar la música.
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