A las diez en punto, con puntualidad británica y tras un más que notable concierto de Jared James Nichols, el joven Pontus Engborg acompañado del ya más crecidito, en todos lo sentidos, Doug Aldrich, para dar entrada a una de esas figuras que desde hace tiempo tiene reservado su sitio en el Olimpo de los más grandes. Enfundado de negro y con esa presencia de los que se saben grandes hace su aparición el legendario Glenn Hughes, que a sus sesenta y cuatro años recién cumplidos, peligrosa edad, y es que hace décadas ya lo cantaban los Jethro con aquello del «Too Old to Rock ‘n’ Roll: Too Young to Die!» , el tío está impecable y sigue, eso sí tomándose, que para algo es gato viejo, sus momentos de descanso, estrategicamente situados a lo largo de las casi dos horas de concierto.
Y eso se nota en el setlist de esta actual gira ya que, cómo si de una maquinaría suiza se tratase, está confeccionado de manera magistral para que el espectáculo roce el sobresaliente una vez Hughes, Aldric y Pontus enfilen el camino a los camerinos mientras la legión de fans siguen flotando en esa nube purpura donde los acaban de situar, y para ello ha bastado el demoledor inicio del concierto con esa monumental «Stormbringer», que aquí, en el 2015, de la mano de Hughes & Aldrich, qué, evidentemente nos es Blackmore, ni falta que le hace ya que el tipo lo tiene todo, y es que a sus cincuenta, el amigo luce, en todos los sentidos, por si solo, sigue siendo ideal para meterse a los de por si ya entregados fans en el bolsillo hasta que la, de nuevo infalible, «Burn», ponga fin al concierto. Sí, un concierto que da inicio y finaliza con esos dos trallazos made procedentes de la Mk III, para muchos, bastantes, la mejor formación que haya pasado por Deep Purple, de antemano está destinado a triunfar, y si a esto le añadimos que, también estratégicamente situada, ante nosotros aparezcan los dieciséis, sí, ni uno más y ni uno menos, minutos de esa monumental obra maestra llamada «Mistreated», con ese final en los que Hughes se encarga de recordar una vez más al personal el porque de ese The Voice of Rock que le acompaña en su biografía, y es que a más de uno se le pusieron los pelos de punta con esa demostración vocal encargada de poner punto y final al tema.
Sí, tres obras maestras procedentes de los Purple, sin duda, tal como ya señala el guión escrito de antemano, los momentos álgidos del concierto, a los que acompañaron un completo repaso por la discografía en solitario de Hughes, dejando para la parte final dos muestras de lo que fueron, y lo que podían haber sido, los Black Country Commuion con esa más que correcta «One Last Soul», y la hiperventilada «Black Country» con un Hughes desbocado.
Pero sería injusto, si bien es lógico ya que su figura el autentico reclamo para un festival que con esta tercera edición vuelve a demostrarnos, ya lo hizo el pasado año, y con el salto cualitativo en cuanto a organización, con una impecable organización en todos los sentidos, que ha llegado para quedarse, no hacer hincapié en los dos acompañantes de los que se ha rodeado Glenn en está actual gira y, evidentemente hay que empezar por un Doug Aldrich que bien sabe cual es su papel en la función, pero amigos, vaya pedazo de guitarrista, cosa que ya sabíamos de su paso por la serpiente blanca y sus trabajos con Dio, y que en todo momento está impecable con la contención necesaria para que toda la gloria se la lleve el actor protagonista, junto con el joven, pero fornido Pontus Engborg, que lleva ya algunos años trabajando al lado de Hughes, y que no hay duda que en sus momentos de adolescencia le pegó un repaso a más de un vídeo de Bonzo, y que en todo momento vuela al mismo nivel que sus dos compañeros.
Y poco más a comentar de este nuevo viaje en el tiempo de la mano de una de esas leyendas vivas encargadas de recordarnos que en la década de los setenta se produjo una conjunción astral que posiblemente nuestros ojos no volverán a ver.
A continuación la máquina del tiempo nos devolvió a nuestros días y ante nosotros aparecieron Spike y los suyos, pero esto ya lo contaremos próximamente.
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