Bill Ward siempre será una de los componentes más discordantes que grupo inglés Black Sabbath haya podido dar en su larga historia. El cual ha pasado dentro de la historia del grupo más por sus ausencias, tras empezar la década tan temeraria como fue los ochenta, que por sus habilidades a causa de los excesos que siempre conllevo con los estupefacientes, pero al mismo tiempo es uno de los músicos más honestos que han podido dar el heavy metal inglés.
Siendo un músico que lo hizo y dio todo por estar entre los baterías más grandes de la historia del Rock, y claramente sus habilidades con la baquetas le otorgaron un sitio para que fuera recordado como uno de los más grandes.
Llegando a grabar 6 discos imprescindibles de escuchar para que uno sepa de qué va esto del Heavy Metal. El cual se ve totalmente ensombrecido tras la nueva reunión de su banda madre y apartado del proyecto. Una reunión que, para ser sinceros, no es tal sin la incursión del batería Bill Ward entre ellos. Black Sabbath con el álbum denominado como “13” es el álbum que todo fan quería escuchar; el grupo vuelve a su sonido de los años setenta, pero le falta tal vez el haber arriesgado un poco más. ¿Faltaba Bill Ward para haber cerrado totalmente ese álbum para que hubiera quedado como otra obra maestra de los cuatro jinetes de Birmingham?
Accountable Beasts es un disco oscuro, de Heavy Metal sin otras concesiones. Un álbum que impresiona desde su primera escucha, la cual te adentra en un ambiente tétrico y con un Bill Ward en un buen estado dentro de la batería. Aquí es donde a uno, le da por pensar si era cierto que Bill Ward no estuviera en condiciones de haber realizado una gira con Tony, Ozzy y Geezer.
Aquí es donde también vino mi asombro, pues es un álbum del cual no me esperaba nada antes de escucharlo, y esto ha sido uno de los detonantes que me han enseñado que detrás del nuevo álbum de Ward hay una obra interesante y muy respetable. Con un gran inicio a forma de “Leaf killers”, con un riff desgarrador, muy seco y cortante, incorporando un teclado que lo hace que la música se a más oscura. Sin olvidarnos de esa introducción con una voz femenina soprano. Dejando paso al corte más directo del disco, y que al mismo tiempo lo da nombre, «Accountable Beasts», una canción muy directa, pero al mismo tiempo no cae en el saco fácil del Hard Rock, es todo lo contrario, un tema de riffs muy pesados.
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El disco entero, compuesto por nueve temas, va en esta armonía, pero le falta cosas. No es un álbum que después de un par de escuchas te salgas totalmente satisfecho. Me falta a Tony para que hubiera metido uno de sus grandes solos, me falta la voz de Ozzy, que representa más la quinta esencia del grupo junto a nuestro añorado Dio. Me falta la magia de Geezer al bajo, es decir me falta Black Sabbath. Por lo demás es un disco digno y memorable para el exbatería de una de las formaciones que dieron sentido al Heavy Metal a principios de los setenta. Ojala sepan arreglar sus diferencias y por lo menos estén por una vez más los cuatro miembros originales de la banda juntos en un escenario.
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