La crónica de este concierto es una clarísima muestra de cómo el tan manido “error logístico” puede llegar a arruinar, si cabe y aún más, un concierto. Por lo pronto, anuncio de cambio de orden en los grupos; posteriormente, retraso de cerca de una hora, a todo ello sumándole que era jueves. No podía terminar de ninguna manera bien.
Primer inconveniente, que se convirtió en una bendición, todo sea dicho, fue que el dudoso honor de abrir la velada recayó en Bon Vivant. Para los presentes fue una alegría, eso sí, poco más de ochenta personas. Desangelado total. La banda presentaba en sociedad su reciente Un juego de ti y a la vez a su nuevo bajista, el ex- Spam Jach Garcia, que se mostró tímido durante todo el show a pesar de los intentos de Charly por meterle en el bolo.
Bon Vivant estuvieron en el escenario alrededor de cincuenta minutos maravillosos. Con un sonido bastante bueno para lo que nos tiene acostumbrados We Rock y una actitud encomiable, fueron sonando “El Son De Sus Alas”, “Caliope”, “Darlo Todo”, “Soy”, “La Penúltima” y casi en totalidad su anterior E.P.,Poquito A Poco. Se llevaron a la gente de calle con la presencia en escena de Charly, la eterna sonrisa a las baquetas de Borja, y el buen hacer a las guitarras de Javi. No en vano, hubo gente que únicamente acudió a ver al grupo.
La despedida: “Felicidad”, con Charly tocando el violín y los allí presentes escenificando en sus rostros el título de la canción. No puedo parar de darle vueltas a la cabeza lo que sería esta banda con un guitarra rítmica, un teclista dándole aún más edulcorante a su sonido y lo más importante, el apoyo necesario para llegar a oídos masivamente. Por el momento seguiremos disfrutándolos en pequeñas salas.
Llega el turno para Crown Of Glory y una sala que se quedó en poco más de cincuenta personas cuando salieron a escena. Realmente admirable la muestra de profesionalidad que lucieron tocando para cincuenta como si fuéramos trescientos. El sonido, ya sí, tal como nos tiene acostumbrados la sala, muy embarullado e innecesariamente alto.
Disfrutaron del mismo tiempo que Bon Vivant pero aprovechados de una forma muy distinta. Poco a poco iban tocando para menos audiencia, publico que aprovechó para salir a beber algo a una hora en la que ya deberían haber estado sobre las tablas los actores principales de la noche; ya sabéis, la logística. “Storm”, «One Fine Day” o “The End Of The Line” fueron algunos de los temas que sonaron cambiando el registro de sus antecesores. En este caso, el protagonista fue el Power Metal. Poco pudieron hacer para lucirse más allá de los intentos por parte de su vocalista Hene que no paraba de llamar a la gente que estaba en la barra o sentados en los sillones para que se acercaran al escenario. Un tipo realmente simpático.
Llegó el turno de los protagonistas de la noche, y aquí es cuando se te cae el alma a los pies. Jaded Heart, una banda con una brillante trayectoria, tocando en Madrid para poco más de cuarenta personas. Si, habéis leído bien. Los que se quedaron tras Bon Vivant fueron abandonando poco a poco la sala. El resultado, desolador. Para la banda, mi mayor respeto por su asombrosa profesionalidad, como sus predecesores de la noche, pero con la gran diferencia de que estamos hablando de un grupo con una gran trayectoria.
En ningún momento se desaminaron: “With You”, “Saints Denied”, “Run And Hide” sonaron mientras intentaban no expresar los sentimientos que debían tener ante el panorama. Lo cierto es que poco o nada queda de los primeros Jaded Heart que asombraron con su hard rock melódico capitaneados por Michael Bormann; únicamente, su bajista, Michael Müller. La banda ha ido llevando su sonido poco a poco atierra de nadie, lo han dejado entre el power metal típico germánico y el hard rock, lo que les ha hecho perder bastantes seguidores.
La castigada voz de Johan Fahlberg tampoco ayudo en nada a mantener aquello a flote. No había sustento posible, el bolo había naufragado y la descarga de los germanos se estaba haciendo fría e insufrible. Tan solo unos aguerridos valientes seguían al pie del cañón intentado disfrutar del concierto al que tampoco estaba ayudando el sonido. Una autentica lastima. Aquello ya no se sostenía por ningún lado. Llegué a presenciar la triste escena de dos asistentes que, ante el espectáculo, se levantaron de los rojos sillones de la sala en los que estaban bostezando y se fueron escaleras arriba.
Es una autentica lastima presenciar conciertos así, gente que arriesga su pasta por traernos música y se encuentra semejante panorama. Ojala recapacitemos y volvamos a salir a la calle a presenciar conciertos. Estoy seguro de que Jaded Heart tienen muchos más seguidores que esos cuarenta que estaban allí el jueves.
En resumen, Jaded Heart y Crown Of Glory se dedicaron a correr por el ring al estilo Paquiao-Mayweather para recibir lo menos posible porque esa noche, el único púgil de la velada ganador por K.O. en el primer asalto fue Bon Vivant.
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