A modo de complemento o continuación de lo publicado hace unos días, he aquí otra pequeña lista con diez guitarristas que se quedan fuera de los rankings. Aquí viene cuando uno se plantea en qué guitarristas pensaría si le preguntasen por sus diez favoritos: gente como Jimmy Page, Eric Clapton, Ritchie Blackmore, Stevie Ray Vaughan, Jimi Hendrix, Duane Allman… Pero, ¿por qué no hacer una lista con guitarristas que vivieron esas épocas y no han llegado a tener el reconocimiento merecido?
John Renbourn (The lady and the unicorn). El folk rock tiene una deuda impagable con este gran guitarrista, miembro fundador de Pentangle. Recuerdo que a este guitarrista lo llegué a conocer musicalmente gracias a un amigo que hace tiempo falleció. Va por Pedro, por una persona que amó la música hasta en el último suspiro de su vida.
Django Reinhardt (Django Reinhardt L´A.T.C. Band). El jazz a la guitarra no lo conoceríamos hoy tal y como lo conocemos si no fuera por el genio llamado Django, el cual lo reinventó y a su vez, se reinventó así mismo para poder estar dentro de los circuitos de música. Cuando tuvo un desagradable incendio en su carromato, el cual le dejó dos dedos de la mano totalmente inservibles, tuvo que empezar hacer partituras y composiciones a tres dedos. Esta
sería otra de las técnicas que todo buen sabedor de la guitarra de jazz tendría que aprender.
Tony McPhee (Groundhogs – Hoggin the stage). Sin duda este es uno de los directos que tienes que escuchar si lo tuyo es el Blues Rock. Un doble en vivo con una de las guitarras más prodigiosas y meramente mencionadas en el mundo del rock. Hoy en día el grupo sigue en activo, siendo su último álbum editado The Muddy Watters song book en 1999.
Roy Buchanam (Loadin zone). Describiría a este genio de las seis cuerdas diciendo que es el Steve Ray Vaughan de la telecaster. Nadie como el llegó a sacarle ese sonido a la Telecaster. Loadin zone es una obra maestra que no os tenéis que perder, formada por nueve canciones donde desafiaba los sonidos más extremos de la guitarra. Un músico que no limitó su sonido al rock, un sonido que enlazó a todos los experimentos que se le pasaron por la mente.
Michael Sembello (Songs in the key of life – Stevie Wonder). Alumno del guitarrista de jazz Pat Matino. Michael es otro de los grandes guitarras que poco se han llegado a conocer en las grandes esferas, y eso que el sonido de instrumento está impreso en muchos discos de funk, soul, o jazz, habiendo editado seis discos con su nombre o habiendo alcanzado lo más alto con el single “Maniac”, canción que pertenece a su primer álbum y que
llegaría a alcanzar el número 1 en 1983.
Gary Pihl (San Francisco sessions). Antes de incorporase a Boston, este magnífico guitarrista mostró que si había que rockear, había que hacerlo con dos pelotas. Suena brusco, pero es la definición de la música de Fox, la cual llegaba a recordar a la etapa más dura de los Grand Funk. Un guitarrista que de haber seguido por este camino, seguro que hoy se le hubiera sido mucho más recordado por ser otro de los guitarristas más importantes de la década de los setenta. Él, además de militar en Boston, también se uniría a Sammy Hagar. No era tonto Sammy a la hora de rodearse de músicos… no.
Louis Dambra (Sir Lord Baltimore – Kingdom come). Sir Lord Baltimore es un grupo que hizo discos imprescindibles para cualquier coleccionista de bandas de hard rock, los cuales en momentos llegaban hacer heavy metal. Louis Dambra fue un guitarrista que supo definir el sonido de la música del grupo. Un guitarrista que endurecía el sonido al mismo tiempo que introducía muchos ritmos melódicos.
Joe Periano (Power of Zeus – The gospel according to Zeus). No es uno de los guitarristas más virtuosos que he llegado a conocer, pero su guitarra tenía un feeling increíble. Power of Zeus solo llegaría a tener un único disco en el mercado, una maravilla que te ayuda a conocer un poco más esa década que tras mis oídos vive en un tiempo que no viví.
Max Suyne (Iceberg – Coses nostres). Uno de los más grandes guitarristas del Rock Progresivo en la península es sin duda el maestro Max Suyne, el cual alberga obras maestras como Coses nostres, un álbum que para mí tendría que estar catalogado entre los mejores discos del rock español.
Hughie Thomasson (The Outlaws – Bring it back alive). Él quiso pasar sus últimos días con su banda madre, The Outlaws, pero desgraciadamente, un ataque al corazón impidió que le volviéramos a ver de nuevo entre las filas de su querido grupo. Llegando a estar durante nueve años en Lynyrd Skynyrd, para mí fue un guitarrista de lo más completo, al cual le faltó esa chispa para que llegase a ser uno de los más grandes del rock sureño. Sus discos con Outlaws lo confirmaron, pero la pérdida de interés masivo por el southern por parte de las casas discográficas y la desaparición en enclaves fundamentales como la Capricorn records, hicieron que muchas de estas reunificaran sus miembros en una sola. Lástima por un gran guitarrista.
En Rock, The Best Music: grandes guitarristas que no salen en las listas, parte 1.
Cojonuda lista…muy completa!Me encanta todos estos guitarristas!
A+