Hoy es uno de esos días en los que uno no sabe si comenzar la crónica por el principio o por el final, ya que lo vivido anoche en Razzmatazz no tuvo nombre…Como bien me decían a mí desde pequeño, comencemos la casa por los cimientos y no por el tejado.
Se avecinaba un día de tormenta y lluvias en Barcelona, cosa mala para los conciertos y para mover a la gente hacia ellos. Se acercaba una gira que, a pesar de tener dos cabezas de cartel importantes, dejó como siempre a los españoles con su peor versión, ya que en el Reino Unido el telonero de estos dos era Marty Friedman, y en el resto de Europa, Sodom y Vader. No es por despreciar a las otras bandas que estuvieron en Barcelona, pero era preferible tener un cartel como el de las otras partes del mundo.
Se avecinaba una noche de cojones. Los grandes thrashers alemanes Kreator volvían a la ciudad condal junto a Arch Enemy. Cierto es que no pensaba que estas dos bandas llenarían la sala Razzmatazz 1, pero si no lo hicieron, a punto estuvieron. Acompañados de Hell y de Drone, estos últimos abrirían la velada muy temprano, con lo que no pudimos verlos de ninguna de las maneras.
Nuestro propio show comenzó a la mitad de la actuación de Hell, una banda que comenzó en el 1982 y que tuvo varios años de sequía, que ahora continúa a tope. La verdad es que no me apasionaron. Una banda antigua, con miembros muy buenos, pero cuya música no me llamaba la atención. Un frontman muy bueno y una banda con una actuación para mí muy buena, pero una música que no es de mi agrado. Por lo que vi, la mayoría de la gente parecía estar como yo: entre flipando cuando el cantante se fustigaba y deseando que terminaran para dar paso a lo bueno.
Cerca de 40 minutos de actuación dieron paso a la llegada de Arch Enemy, una banda que tras su por España en el festival Leyendas del Rock, volvería esta vez con Jeff Loomis a la guitarra. Reconozco que tras la salida de Angela, mis impresiones fueron tales que: «nunca volverán a ser lo mismo». Pero tela, telita con Alissa, que los tiene bien puestos.
Nada más tuvimos que ver la salida de la banda, con la que comenzarían a entonar los primeros riffs de «War Eternal» y aparecerían en escena Loomis, Sharlee, Amott y Daniel a falta de una Alissa cuya aparición fue igual que un gol de tu equipo favorito. Pocas veces había visto aparecer a un miembro de la banda y recibirlo con tanta fuerza, y es que a decir verdad, Alissa ha caído muy bien a todos los fans desde su llegada. Comenzarían con «War Eternal», para mí el mejor tema de su nuevo trabajo, un corte ideal para abrir un concierto con fuerza y energía. Desafortunadamente, el volumen de Alissa estuvo bajo durante todo el concierto. Hacía mucha falta una subida de tono a la voz, que desgraciadamente no tuvo lugar a lo largo del concierto.
Arch Enemy movía a gran parte del público, mayoritariamente a chicas enamoradas de Alissa que la trataban cual diosa. También, hay que incluir a los viciosos de turno que ya sabemos cómo se comportan cuando ven a una mujer sobre las tablas… La banda hizo un recorrido por sus mejores temas intercalando otros del nuevo trabajo, el cual, en mi más humilde opinión, es de los mejores de 2014. Siguieron con «Ravenous» y «My Apocalipse», sin que cesaran ni los aplausos del público que pedía Alissa en las partes melódicas, ni el apoyo incondicional hacia la banda.
La actuación de estos continuaba con imágenes proyectadas en el fondo del escenario, muchas de ellas con las letras de las canciones reflectadas, como un lyric video de toda la vida en Youtube. No faltaron temazos del nuevo disco como «As the Pages Burn» o «You Will Know my Name», acompañados de clasicazos como «No gods no Masters», » Bloodstained Cross» o la gran «Under Black Flags We March».
La actuación prosiguió de muy buenas maneras, pero se acercaba la hora. Todo el mundo estaba impaciente por lo que estaba por llegar. Así fue que Alissa, antes de tocar sus últimas canciones, entabló conversación con el público pidiendo apoyo para todas las bandas y, al nombrar a Kreator, la sala se volcó por completo. Finalizaron su show de aproximadamente una hora con «We Will Rise» y «Nemesis», despidiéndoles el público como auténticos héroes, como si de los cabeza de cartel se tratase. Se tomaron la foto de rigor con el público detrás y se comenzó a montar el escenario para Kreator.
Por suerte, puedo decir que es la séptima vez que puedo contemplar a los thrashers alemanes. En muchos de sus shows me han impresionado: en uno de ellos, me dejaron un poco decepcionado. En otros hubo apagón de luz, y en en otro, problemas con los instrumentos y el sonido… Pero el concierto de anoche… el mejor que he visto nunca de estos genios.
Para comenzar, sonaría algo que me suele poner los pelos de punta. «The Patriarch», seguido de «Violent Revolution». Inicio apoteósico. Mi canción favorita para comenzar el show de un grupo que tenía ganas de ver. Me tenían en el bolsillo desde el inicio, y como a mí, a toda la sala. Un setlist que continuaba siendo la presentación del Phantom Antichrist, aunque fue todo lo contrario a lo visto anteriormente. El escenario era diferente, y de este último trabajo sólo sonaron cuatro temas, siendo el resto del show tralla pura recorriendo los mejores temas de todos sus discos.
La siguiente canción fue «Civillisation Collapse», un trallazo del segundo álbum que terminaría ni más ni menos que con un bombazo al terminar de sonar los instrumentos. Tras terminar esta, Mille entablaría la primera conversación de la noche con el público de Barcelona diciendo lo que nos tiene acostumbrados: The Kreator has return! Y sí, volvieron, y con un par bien puestos. Una banda que en ningún momento mostró cansancio ni ganas de terminar el show, ofreciendo una simpatía hacia el público y una agresividad que sólo grupos así saben hacer.
«From Flood into Fire» sería la siguiente encargada de sonar con confetis y los característicos aires que salen del escenario como si de una ráfaga de humo se tratase. Tras esta, terminaría de sonar el Phantom Antichrist para dar paso a temas donde no cesaría el mosh pit en ningún instante. La sala estaba totalmente abarrotada, rozando el sold out. Hasta tuvieron que abrir la parte de arriba de Razzmatazz para que la gente se posicionase encima del escenario.
«Extreme Aggression», «Phobia», «Enemy Of God», «Voices of the Dead» , «Endless Pain» … temas que vuelven a uno enfermo, sonando seguidos, pim pam, sin detenerse. Un concierto arrollador que convertiría Razzmatazz en un hervidero que hacía mucho tiempo que no contemplaba. «Suicide Terrorist» sería el tema con el que la banda, se tomaría el merecido primer descanso, para volver con «Mars Mantra» y «Phantom Antichrist». Esta vez, y desde otro punto de vista, decidí subir hacia la parte de arriba del escenario para ver qué tal era la visión desde allí arriba. Como recomendación, he de decir que se ve y se disfruta muy pero que muy bien.
Himnos de la banda como «Impossible Brutality», «Hordes of Chaos» o «Pleasure to Kill» serían las siguientes en bendecir la sala y en incitar a todos aquellos que estaban tranquilos a la violencia y al mosh pit. Último descanso, y servidor no tenía ningunas ganas que terminase el show, un recital totalmente impresionante que, además, se coronó con un cover de «The Number of the Beast» de Iron Maiden. Todo era brutal.
Seguido de esta, Warcurse con una pistola en la mano por parte de Petrozza durante un trozo de la canción haría enloquecer a muchos de los asistentes, donde «People of the Lie» empalmaría con el final para dar paso al término del show por parte de los titanes alemanes que arrasaron Barcelona.
Petrozza junto a la bandera de Kreator daría paso al «Wall of Death» característico de sus conciertos, seguido de «Flag of Hate» y » Tormentor», donde se pondría punto y final a un show de hora y media larga. Sinceramente, tenía ganas de ver un concierto de este calibre: una banda que no decepciona, que tiene los galones bien puestos sobre las tablas y que promete regresar en un futuro ofreciendo más y mejor.
¡Gracias Kreator!
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