Creo que Neil Young o bien lleva un tiempo perdido en su propio mundo, o el miedo a la muerte le está haciendo efectuar algunos raros movimientos. Tanto en su vida sentimental como en sus últimos trabajos. Desde aquel Le Noise que puso a muchos fans en desacuerdo, Young se busca de nuevo pero parece no encontrarse, y digo esto desde el punto de vista de un fan que cuenta 38 años desde la primera escucha de un tema de Sharkey. Le Noise me gustó, al igual que Trans. Nuestro amigo Percival siempre alternó las grabaciones de discos de folk rock con los sonidos más fieros que podía sacar de su “Old Black”. Ya tuvo su época de «lanzo lo que me viene en gana»; aquellos This Note’s for You, Everybody’s Rockin , Landing On Water, a pesar que me gusten, no dejaron una huella muy profunda en su larga y fructífera carrera.
Y puede ser que, volviendo a la idea de que Young ve la muerte más cerca que antes desde aquel aneurisma, quiera dar rienda suelta a sus más profundas ilusiones y sueños. Seamos realistas. Su penúltimo trabajo A Letter Home es un disco de pura autocomplaciencia, un álbum puramente anecdótico y que podía haber ofrecido como regalo a sus fans como descarga gratuitas en lugar de lanzar ediciones a cual más cara. Sobre todo, hablando de un disco grabado en una cabina Voice o-Graph de 1947, en donde costaba apenas un dólar grabar por aquel entonces un tema cualquiera.
Ahora sin que apenas tengamos realmente el tiempo de pensar si A Letter Home es realmente lo más o simplemente otro producto del que los hipsters de turno se maravillan a cada escucha con fingido fariseísmo, nos llega Storystone enfundado en una dudosa portada.
Este es el trigésimo sexto trabajo de nuestro amado y poco afable tito Neil, y ahora hemos pasado de la cabina vintage a grabar en directo en el estudio con una orquesta de 92 miembros y un coro. Como no, Storytone será publicado en varios formatos para marear aún más al pobre fan que no sabe ya que comprar. Pero vayamos al disco… Antes de él, Young solo había utilizado orquesta en canciones como “A Man Needs a Maid” y “There’s a World”, con un resultado magnífico y difícilmente superable. Justamente, es que siguen siendo insuperables estos temas, aunque he de reconocer que este disco es bueno, y que ganará con cada nueva escucha, pero está lejos de ser un trabajo redondo. Demasido incoherente y con más de un tema metido con calzador. No obstante, en su totalidad, de lo mejor que Young lanza desde hace años.
Asimismo es el primer trabajo de Neil en el que no toca ningún instrumento musical, otra novedad. ¿Otro capricho debido a un periodo de cambios en su vida personal? Lo cierto es que el disco encierra algunas pepitas de oro de muchos quilates como pueden ser: “When I Watch You Sleeping”, “I Want to Drive” y/o “Plastic Flowers”, aun teniendo algunos aires de ya escuchada.
Storystone es el Young que amo, no el que quieren que los más fanáticos se traguen como cualquier cosa. Este es un disco de Neil como Dios manda y hacía tiempo no nos ofrecía. Un disco que llega en el momento en que muchas viejas glorias declaran haber engendrado un gran trabajo, véase: Robert Plant, Leonard Cohen, Pink Floyd, U2, AC/DC, Lenny Kravitz, etc… Para algunos parece que es verdad; otros meramente viven aún de quimeras.
Storystone son dos discos en uno -si tomamos la versión Deluxe-, uno con orquesta, donde la belleza es ensalzada a confines gloriosos, y otro donde Young nos ofrece las mismas composiciones despojadas de cualquier ropaje que lo engalane. Aquí es donde Neil acierta en el medio de la diana. Esta vez no son las guitarras que someten el camino a sus composiciones: son violines y pianos que se alzan como una oda a esa pureza que siempre ha buscado en su vida y de la cual se ha alejado muchas veces.
MasterTsi, me gusta mucho tu visión, la veo objetiva y además se acerca muchísimo a la mía. Y eso que cuando he empezado a leerla me creía que iba a distar. Un abrazo y otro para Perem.
Una pena que se haya dejado convencer para grabar con todos los medios y no con un único micro ambiental como el viejo Shakey quería….eso hubiera sido la bomba !!!.
A mi que tambien soy NeilYoungmaniaco me parece que el disco tiene su punto. Las letras son mucho menos abstractas y más directas, algo que no sucede desde hace mucho tiempo y la orquesta no es un mero adorno, además de tener sentido a veces hasta brilla de una manera flipante. El viejo arriesga y sólo por eso el cielo fue, es y será suyo por los siglos de los siglos.
http://wzlx.cbslocal.com/2014/10/29/led-zeppelin-reissue-taylor-swift/
Estoy seguro de que te gustará esta noticia.
Y cuídate y no te mates comunicándote tanto ….jajaja
Aquí uno que ha pasado por caja y ya tiene en su poder, ayer me llegó, el Houses en vinilo.
Y lo de las comunicaciones… ahh, si es que no me dejan…
Ahh, lo nuevo de Young me parece una autentica delicia.