Música, mucha música, literatura y un par de seres solitarios dando una vuelta en una ciudad fantasma. Prácticamente, a priori poco más nos ofrece Sólo los amantes sobreviven, la última película de Jim Jarmusch, pero lo que viene a continuación del magistral plano inicial, con el que se nos presentan a la pareja formada por Adam y Eve, es un canto a esas cosas que nos rodean a diario y que, salvo en ocasiones no se les suele prestar demasiada atención, y que, aquí, tres de los cuatro, tras una larga existencia, uno ha centrado su existencia en la música, mientras que los otros dos han optado por la literatura.
Y si bien musicalmente la década de los setenta hubiese sido mi particular elección, la de Adam se centra en la de los sesenta, aunque en un momento nos aparezca la figura de Jack White, la única licencia a tiempos más actuales, sin olvidar la especial mención a Schubert. Mientras, Eve, sin olvidarnos de Marlowe, deciden centrar su también larga existencia en el mundo de la literatura y poco o nada le importa a Jarmusch contarnos nada de su pasado. Simplemente se centra en crear esa atmósfera crepuscular que a lo largo de las dos horas de duración lo invade todo. Crepuscular y fantasmal nos aparece las calles de Detroit mientras nuestra pareja se da los espectaculares paseos nocturnos en coche, y no porque pase nada en pantalla, de hecho en ningún momento pasa nada, pero esos paseos están magníficamente filmados.
Crepuscular es el devenir actual de nuestra pareja protagonista, no en vano, la última petición de Adam a su Zombie es una bala de madera, aunque es consciente de que nunca va a utilizarla, y tendrá que seguir recluido en su realidad más preciada, fruto de su elección, al querer pasar los próximos siglos aferrado a esa década de los sesenta y a su preciada colección de guitarras, mientras Eva transita con lo más preciado de su existencia, también fruto de su elección personal, que no es otra que vivir rodeado de literatura. Y así, lentamente, a base de silencios, música y libros transcurre nuestra historia de vampiros. Una historia solo ligeramente alterada con la presencia de Ava, encargada de recordarles lo que en una época fueron, y que sirve de pretexto a Jim para que Adam y Eve se trasladen a Tanger para asistir al fin del Marlowe y dar una vuelta de tuerca, por si no la había dado ya, al género de los vampiros, y es que resulta curiosa, o más bien peculiar, la manera de poner fin su existencia. De todas maneras, ya hace algunos años Tomas Afredson, en el 2008, consiguió alejarse de los cánones del cine de vampiros para obsequiarnos con esa maravilla llamada Déjame Entrar.
Para algunos, los amantes de las habituales historias de vampiros, Sólo los amantes sobreviven no dejará de ser un peñazo de mucho cuidado, pero para todos aquellos que entiendan que aquí los colmillos y el O negativo solo son herramientas necesarias para que el director nos haga memoria y nos recuerde que música y literatura son dos de los grandes legados de la existencia del ser humano. Podía haberlo hecho de otra manera, pues sí, pero quizás de haberlo hecho diferente ya no seria Jim Jarmusch, y ya que contaba con ese trío espectacular formado por la siempre espectacular Tilda Swinton, Tom Hiddleston, al que muchos descubrimos cuando nos hizo las delicias dando vida a Loki, y a ese brutal John Hurt, pues nada mejor que dejarles que de la nada consigan crearnos esa atmósfera tan especial que nos va acompañar a lo largo de dos horas, y que hará las delicias de aquellos que disfruten, sin importarles mucho el ritmo, con ir descubriendo pequeños detalles al son de una brutal banda sonora.
Veo que estamos en la misma onda! A mi las pelis de vampiros me da la risa floja.Pero J.J se ha lucido con esta poetica pelicula.Tambien hace mencio a Motown Y Stax…Genial pelicula, solo apta para mentes con un poco mas de inquietud cultural!
A+
Pues eso master, que coincidimos.