Las bandas no comienzan tocando en estadios. Las bandas se pelan el culo en el local de ensayo y sobre escenarios pequeños, en salas donde hace calor y se interpreta a la altura del público. En tiempos de crisis y cancelaciones, en los que se paga por ver a una leyenda lo mismo que se pagaría por diez entradas a conciertos pequeños, tenemos suerte de contar con iniciativas arriesgadas como las de Mahou Cinco Estrellas y su Escenarios Mahou.

Hace unos días recomendábamos la asistencia a un concierto muy especial y atrevido, algo en lo que muy pocos se jugarían su bolsillo. Tuvo que ser una gran empresa la que lo organizase; ese, y  otros tantos englobados en el mencionado ciclo que abarca diversos estilos y bandas independientes. Sin duda, una gran apuesta por la cultura, una forma original de promocionarse, y  también, una iniciativa importante para con la música.

Parte del público rockero parece olvidar que algún día los Stones desaparecerán, que Iron Maiden se harán viejos del todo. Sus relevos están por ahí,  esperando su oportunidad, como tantos otros lo han hecho sin resultado para desaparecer mientras ensayaban en algún garaje. Hacen falta iniciativas como ésta para sacarlos de del subsuelo, pero más falta hace el público, un público asentado en la Red que ha perdido la curiosidad por bandas nuevas, obsesionado con colgar la foto del concierto del año en sus perfiles sociales. Se necesita al público que ha de recuperar la curiosidad, descubrir la satisfacción de haber apoyado directamente a una gran banda por la que nadie apuesta y que te acaba dejando la boca abierta.

Aplaudimos la iniciativa de Mahou, que organizó en la capital bolos de lo más variopinto, como Take Offense, Tako, Neonymus o Boris Larramendi, y celebramos que, desde ya, se sabe que Mahou va a llevar a cabo otro ciclo similar en 2014, pues los conciertos pequeños son cada vez más escasos a la vez que necesarios. El apoyo es necesario: no dejemos que la música emergente se concierta en una inversión suicida. Hay de todo ahí fuera, grupos buenos, grupos malos, grupos desastrosos, y joyas a descubrir. Un poco de curiosidad nunca viene mal.

PD: a través del hashtag #EscenariosMahou se puede descubrir mucha más información al respecto.

by: Edgar

by: Edgar

A la música le dedico la mayor parte de mi tiempo pero, aunque el rock me apasiona desde que recuerdo, no vivo sin cine ni series de televisión. Soy ingeniero informático y, cuando tengo un hueco, escribo sobre mis vicios. Tres nombres: Pink Floyd, Led Zeppelin y Bruce Springsteen.

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