David Cross fue llamado en 1972 a intentar reavivar el sonido de los King Crimson. En un momento donde Robert Fripp conseguiría tener una de las bandas más representativas dentro del panorama musical del Rock Progresivo, pero al mismo tiempo una de las banda más inestables dentro de las formaciones que irían estructurándose y desestructurándose desde los comienzos del grupo.
Ya en el 1972 habrían pasado por el grupo casi una decena de músicos como Mell Colins que se iría a Camel, regresando a King Crimson 31 años después, o la estampida que hizo Greg Lake para fundar otra gran banda como es Emerson Like & Palmer.
Si bien todo indicaba que la entrada de Cross llevaría consigo una estructuración musical en la que cobraría importancia el sonido de la viola o el violín, al final no tuvo la repercusión esperada, como tampoco el espacio que le hubiera gustado dentro de las composiciones del grupo, y la cosa se iría desinflando progresivamente hasta el punto de perder todo el interés de seguir en King Crimson. La alta presencia de los teclados que dejaban muy aparcada la presencia del violín, dejaría sus expectativas muy mermadas dentro de su continuidad. Por un lado era una gran apuesta, ya que muy pocas bandas de Rock progresivo llevarían un violín, a excepción de las que fusionaban sus estilos con el Folk, no siendo este el caso, pasando a ir a por lo seguro dentro de un movimiento musical que nunca llegaría a tener unas grandes cifras astronómicas, pero que es una huella imborrable e imprescindible para poder entender el Rock de finales de los años sesenta, principios de los setenta.
David Cross dejaría la banda dos años después, dejando su huella musical en dos álbumes en estudio. Y ahora,bastantes años después, Robert Fripp regresa al pasado para poder volver a estrechar lazos de amistad con el violinista, editando un álbum con las canciones que se quedarían afuera de los álbumes de aquella época, pero ¿Por qué no bajo el nombre de King Crimson?
40 años después de su marcha del grupo. David Cross y Robert Fripp rescatan unas cuantas canciones que te mostraran el lado más progresivo, y la dinámica que quería impregnar el propio Cross dentro de la formación. Dejando en éste álbum un recorrido de 8 canciones destacando títulos como,”Starless Theme”, “In the Shadow”, o “One By One, the Stars Were Going Out”. Las cuales nos muestran un sonido de ahora, una combinación de sintetizadores combinados con violines haciendo el recorrido de las canciones mucho más densas, y demostrando que dentro del Rock progresivo el violín sí que tuvo una gran cabida dentro de él. Y así se muestra, un álbum donde se va descubriendo los nuevos horizontes musicales que estarían aún por llegar en una época donde la improvisación dentro del Rock progresivo sí que era real. Para todos los que os guste la segunda época de King Crimson, este es un álbum imprescindible de escuchar.
Gran critica para un disco que no me esperaba poder ver a estas alturas.El violin en el prog rock siempre me gusto mucho, Caravan, Uk, King Crimson…
Su sonido fue muy innovador. Tanto que llego a asustar a Robert Fripp, el cual siguió explorando mucho más en los sintetizadores. Muchas gracias por tu comentario mi buen amigo.
Un abrazo.