En este verano de insoportable calor una de las mejores formas de combatir los rigores del estío es visitar las localidades en fiestas. Si al jolgorio y algarabía propias de las celebraciones se suma el clima más benevolente de la localidad serrana de Soto del Real en Madrid y un concierto de una banda mítica como es Nacha Pop el éxito está asegurado.
Emoción intensa es la que viví al regresar a las Patronales de Soto pues buena parte de mis recuerdos del pasado se encuentran entre las calles de ese pueblo en el que he vivido durante muchos años. Reencuentro con mis amigos, risas, cervezas en una auténtica celebración de la vida con una mirada hacia atrás sin ira por lo que fuimos y lo que somos.
Y allí, encima del escenario de la Plaza del Ayuntamiento se presentaba Nacha Pop, comandada por Nacho García Vega recordando en uno de sus múltiples discursos que son un grupo que trae suerte a quien asiste a sus directos. De acuerdo con ellos. Regresaban de tocar en Las Palomas, Mallorca y Menorca por lo que tuvieron que afinar las cuerdas de las dos Gibson en varios momentos por el trasiego aéreo pero daba igual pues los seis músicos conforman una formación engrasada y con la profesionalidad de los lustros tocando. Además cuentan con una colección de clásicos del pop ochentero al alcance de pocos. Buena parte del repertorio se centró en eso junto con las últimas composiciones del 2017 del Lp “Efecto inmediato “ ¿Qué se puede decir ante monumentos como “Vístete”, ese reggae que es “Grité una noche “, la preciosa “Lucha de gigantes”, el punk rock de sus orígenes ochenteros de la movida madrileña o “La chica de ayer” que tocaron dos veces. Ni la pequeña lluvia que hizo parar el concierto durante una media hora deslució una noche para el recuerdo en Soto del Real. En mi caso una más entre mis amigos de toda la vida.
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