Fear Inoculum, el quinto LP de Tool, llega 13 años después de 10.000 days (2006). Demasiado tiempo aunque nunca nada es fácil ni evidente cuando hablamos de Tool. Los californianos son una banda compleja que continuamente huye de lo que se espera de ellos. Tool son únicamente fieles a sus contradicciones y a ese peculiar sentido del humor que a veces es su peor enemigo. No olvidemos que Tool ya escondió un tema oculto en la pista 69 de Undertow o en Ænima la dramática interpretación vocal de Die Eier Von Satan escondía la receta en alemán de un pastel de hachís. Este combo de metal progresivo emergidos en la era del grunge han sido siempre un rara avis difícil de definir y etiquetar. Sus temas van fluyendo por distintos parajes sonoros, evolucionado sin remisión por distintos estados: miedo, ira, dolor, deseo, etc. Hay quien dice que Tool practican un heavy para personas sensibles, no es una mala definición. Estos 13 años de hiatus se han debido a múltiples problemas legales, accidentes de moto y proyectos paralelos varios (las bandas Puscifer y A perfect circle o la bodega que regenta el cantante Maynard James Keenan). Una ausencia acrecentada por su negativa a aparecer en los servicios de streaming hasta hace bien poco. De hecho, Fear inoculum contiene en su versión digital 3 instrumentales bastante innecesarios.
En este quinto LP no debemos esperar grandes novedades. En Fear Inoculum la desquiciada fórmula es la de siempre aunque más refinada y madura. Tiempo han tenido de sobra. Este trabajo cocinado a fuego lento gana con cada escucha y os aseguro que atrapa aunque no seas un metalhead. El sonido de Fear Inoculum suena pensado y repensado, todo está en su lugar y no parece que hayan dejado nada a la improvisación o el azar en sus 87 minutos. Por cierto, recomiendo escuchar el disco en pequeñas dosis, tema a tema y con calma, reflexionando las sensaciones que uno acaba de percibir. Fear Inoculum no se hace pesado pero sí es muy denso y precisa su tiempo para penetrar en todas su capas. El virtuosismo técnico de estos tipos estaba fuera de toda duda pero aquí alcanza límites insospechados. Justin Chancellor al bajo, Danny Carey a la batería y Adam Jones a la guitarra están ya a un nivel estratosférico. Por su parte, Maynard James Keenan suena aquí más calmado, menos rabioso con el mundo, cediendo protagonismo a sus compañeros. Por momentos parece que su voz sirve de acompañamiento a los instrumentos.
El inicio con Fear Inoculum y Pneuma es 100% Tool, dos excelentes temas que cumplen aunque no aportan nada que no hubiéramos escuchado en sus discos previos. ¿13 años para esto? Podría parecer que estamos ante un disco alimenticio, pero no. Tool siempre sorprenden. Tras la (prescindible) instrumental (incluida únicamente en la versión digital) Litanie Contre la peur le toca el turno a Invincible y vemos que la espera sí ha valido la pena. Da igual que le suceda otro insulso instrumental, Legion Inoculant, cuando llega Descending sus más de 13 minutos nos saben a gloria. Uno acaba exhausto al escuchar este tema. El sonido es denso y rico en matices, lo cual no evita que sea capaz de encandilar tanto al amante del progresivo como al heavy más calmado. Culling Voices es casi una ñoña balada al estilo Tool pero es frágil y hermosa. Chocolate Chip Trip es otro instrumental, esta vez de 4 minutos en el que destaca el brutal solo de batería de Carey. ¿Puro exhibicionismo? Sí. Tool son así. Por suerte, 7empest vuelve a poner las cosas claras con sus excitantes 15 minutos de progresión y cambios de todo tipo. Una gozada de principio a fin.
Debo reconocer que me fascinan Invincible, 7empest y Descending, los tres mejores temas del disco y de lo mejor que han parido Tool. Por el contrario, esos instrumentales intercalados a modo de intermedio sonoro de la versión digital me irritan. Ni Litanie Contre la peur ni Legion Inoculant pasan de ser anecdóticas extravagancias sonoras que dudo mucho que sus fans escuchen más de un par de veces. Lo mismo puedo decir de Mockingbeat, una especie de broma sobre la música dance con la que termina este singular LP que en su versión digital alterna lo sublime con la estupidez. Sinceramente, ¿era necesario incluir estos 3 instrumentales en la versión digital del disco? Vaya usted a saber qué pasa por la mente de estos cuatro locos que nadan contracorriente pero a mí me suena a broma. Al menos, Fear Inoculum contiene un buen puñado de gemas con forma de canción y (a pesar de las instrumentales) el balance es más que positivo.
¿Ha valido la pena la espera? Sí, hombre, sí.
Con respecto a este review, quiero indicar al autor de la misma que tal vez se ha «inspirado de más» en otras reseñas que aparecen en otros medios sobre el mismo disco. No voy a descubrirme como autor ni el medio en cuestión pero sí hacerle ver que este tipo de cosas sucede con más frecuencia de la que uno desea.
A veces por las prisas o por otros temas pero el caso es que hay frases que son prácticamente de mi propia autoría.
No me hace gracia, evidentemente, y quiero que la cosa quede aquí pero la llamada de atención debe existir.
Un saludo a todos, que Dio nos coja confesados
Te ruego nos indiques el medio en el que publicaste tu propia review del mismo disco. Si nos mandas tu enlace podremos comparar y que cada uno saque sus propias conclusiones. Me parece muy injusto acusar sin aportar pruebas ni identificarse. Así es imposible defenderse de una acusación. Sí te puedo asegurar que en los más de 10 años que llevo publicando por las redes es la primera vez que me acusan de haberme «inspirado de más» en ninguna review ajena. También te aseguro que procuro leer lo mínimo posible sobre una película o un disco antes de hacer la crítica, para no contaminarme. En el caso que nos ocupa, leí noticias de que salía el disco pero NO leí nada sobre su contenido antes de escucharlo detenidamente. Y no le voy a dar más vueltas.
¿Igual decir que los instrumentales son temas innecesarios es un poco pretencioso por parte del reseñador?
La gente lista (y en Tool hay gente lista) da pocas puntadas sin hilo.
Otra cosa es que estemos acostumbrados a escuchar otro tipo de discos/música, más directa o comercial, pero eso no es problema de Tool, que acostumbran a presentar discos completos, complejos y bien trabajados.
Por supuesto que Tool no dan puntada sin hilo. En mi opinión, ese sentido del humor muy particular les ha llevado en el pasado a posar como su fueran los Monty Phyton o haciendo una barbacoa con delantales muy singulares. Creo que la inclusión de esos tres temas instrumentales en la edición digital de Fear Inoculum (OJO, no en la edición física) vienen a ser como una broma respecto a las nuevas formas de descubrir y escuchar música. Hasta hace muy poco la música de Tool no estaba en las plataformas digitales. Una elaborada broma de un grupo genial.