Este pasado sábado 22 de septiembre, último del verano el Centro Box acogía la tercera edición del Legacy Metal Fest que se celebra en Chiclana de la Frontera y que este año apostaba por un potente cartel conformado por tres bandas sevillanas Nuclear Antichrist, Pinball Wizard y Wild Krash junto a Scape Land que jugaban en casa.
La gratuitidad del evento junto al buen tiempo y el atractivo del cartel reunía en la sala a un buen puñado de aficionados al metal dispuestos a disfrutar de una velada que prometía tormenta de decibelios. Algo que no puedo ni quiero dejar de señalar es la presencia de bastante gente joven, algo necesario e imprescindible para que esta historia siga viva.
Cabe destacar el buen sonido de la sala al menos durante gran parte del festival así como la buena organización que permitía que el cambio de banda no se alargase más de la cuenta dinamizando así el desarrollo de los conciertos. Cada banda disponía de 45 minutos en igualdad de condiciones respecto a equipo y tiempo. El hecho de no haber servicio de bar en la sala obligaba a la gente a abandonarla entre la actuación de cada banda pero debido al buen tiempo tampoco era demasiado problema esperar en el exterior el pequeño espacio de tiempo que transcurría hasta que el próximo grupo ocupase su lugar sobre el escenario y diese comienzo a su actuación reclamando rápidamente junto a los primeros acordes la presencia del público.
La primera banda en hacer acto de presencia sobre el escenario del Legacy Metal Fest fueron los sevillanos Nuclear Antichrist con su thrash/death que sonaba potente y directo ante el público que pese a lo temprano de la hora se arremolinaba frente al escenario formándose los primeros pogos.A pesar de una juventud casi insultante Nuclear Antichrist suenan muy bien y demostraron ser un grupo con mucho potencial que aún tiene que corregir pequeños detalles sobre el escenario que se subsanan con el tiempo y al experiencia. Alternaron canciones propias con un par de versiones con las que pusieron punto y final a la actuación, una de ellas de Death de la que salieron triunfantes a pesar de la dificultad que tiene implícita la música del añorado Shuldiner. Habrá que seguir la pista a esta joven banda.
Tras la fuerza apocalíptica de Nuclear Antichrist llegaba la hora del hard rock clásico y energético de Pinball Wizard. Esta gente sale a cada escenario como si fuese la última vez, dándolo todo y no iba a ser distinto en esta ocasión. Desde la inicial «Hard rock steals our hearts tonight» suenan de vicio, con Memphis y su voz como medida de fuerza junto a la guitarra de Joey Deadcat que no deja de sacar riffs y solos de su Gibson ni un solo segundo. Caen canciones de su disco como «Shake me, Shock me», «Good girl gone mad», «Shout out and break and break the sound», una potentísima «Hot dust» o «Crazy for me» y nos sorprendieron con una interesante y potente versión de «Enter Sandman» que provocó la algarabía entre el público asistente que disfrutó muchísimo de unos Pinbal Wizard que tienen puesta la directa y en este momento su directo solo conoce el correcto camino de ida. Buenas canciones, buena puesta en escena con semi streaptease de Joey incluido y un buen directo son su carta de presentación.
Los siguientes en subir al escenario era el trío Wild Krash con su hard and heavy potente. Desde el primer momento demostraron ser una gran banda poniendo a botar a toda la sala con sus canciones, lastima del sonido que deslucía un poco su actuación y dejando el volumen de la voz principal demasiado bajo tapándolo la potencia de vatios que desarrollaban instrumentalmente. Repasaron su de momento único disco mostrando no solo un gran poderío musicalmente hablando sino también sobre el escenario transmitiendo una fuerza tremenda hacia la gente. Su bajista Johnny W que no paró ni un solo momento sobre el escenario, comenzó con su peinado a lo Wattie Buchan y entre el calor, los saltos y el headbanging acabó con un flequillo a lo Glenn Danzig. Canciones como «Sons of the night» o «Under fire» pusieron a las claras que Wild Krash saben lo que se traen entre manos y que con un sonido como el que acompañó al resto de banda los hubiésemos disfrutado aún más. Diego, guitarrista de Scape Land me había hablado muy bien de esta banda y reconozco que no exageraba ni un ápice. Wild Krash son una propuesta asentada y el trío posee un buen puñado de canciones capaces de atraer tanto al fan del heavy más clásico como al del hard rock. La tercera edición del Legacy Metal Fest iba llegado a su fin y ya solo faltaban por saltar a escena Scape Land encargados de cerrar el cartel.
Su nuevo disco «Evil mind pieces» opta por derecho propio a estar en lo más alto de los mejores discos de metal del año y la banda se encuentra en un momento en el que va quemando etapas a toda velocidad. Arropado por un público que les conocía muy bien abrían fuego con «Crazy» y el Centro Box se venía literalmente abajo. Gran sonido y la gente entregada ante el poderío de Scape Land. Su vocalista Iván es un portento y ha demostrado de sobra que no solo en estudio, sino que en directo alcanza un nivel altísimo que lo coloca entre los mejores cantantes de la escena actual metálica nacional. Pero es que el resto de la banda no le queda a la zaga, tanto la batería de Adrián y el bajo de Josema, sección rítmica de lujo como la guitarra de Diego que se torna en protagonista del sonido del grupo. Repasan su nuevo disco con canciones como «Take’em out», «I am» o la impresionante «Alive».
La continua alternancia de melodía y guturalidad en la garganta de Iván sorprende a los pocos que aún no conocían a la banda mientras en los rostros de los músicos se nota que esta batalla está ganada. Truenan «Destructive resolution» y «Blood» de su primer disco antes de volver a «Evil mind pieces» que es el que andan presentando con dos trallazos como son «Don’t break me up» y la salvaje «Evil» con wall of death en el público incluido. Para poner punto y final dos temas de su disco debut, «My resurrection» y la aclamada «Nation». Fin del concierto que supo a poco y un grupo, Scape Land, cuyo status debe de crecer imparable. Gran velada, grandes bandas y muy buen ambiente. A ir pensando en la cuarta edición.
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