Volvamos a terrenos áridos y emborrachados de ‘fuzz’ con una nueva banda que empieza a despuntar en el panorama europeo. Islandia no sólo vive de Björk y Sigur Ros, y es que la isla helada se está convirtiendo en otro caldo de cultivo perfecto para que el ‘Vintage Rock’ y el ‘Stoner’ hagan su agosto teniendo como ejemplo más actual y contundente a mis intocables The Vintage Caravan, que en poco más de dos años han pasado de tocar en fríos y congelados garitos islandeses, a patearse todas las salas importantes de Europa y formar parte de infinidad de festivales ya en puestos de referencia.
Pues bien, el caso que nos ocupa hoy parece llevar un camino similar (de hecho han estado girando con los Caravan), al menos en cuanto a sonido, desparpajo y maneras con sus instrumentos y es que los Churchhouse Creepers han parido un debut de auténtico goce auditivo para los amantes de la música desértica alejada de ácidos y cuelgues lisérgicos y más cercana a ritmos explosivos directos y rebosantes de ‘groove’.
Este recién parido powertrio islandés procedente de la localidad de Akureyri, está formado por Bjarni Jóhannes (vocals, guitar), Sigurgeir Lúovíksson (bass, vocals) y Dagur Atlason (drums, vocals). Sus inicios, por la poca información de la que dispongo, se remontan a 2014 cuando Bjarni y Sigurneir se empezaron a juntar todos los viernes en su gélido local para componer los ritmos y los riffs más ‘grooves’ del planeta influenciados por el rock progresivo, el metal y el stoner 90’s y, por lo escuchado en este debut denominado From Party to Apocalypse 2015 puedo aseguraros que lo han conseguido con creces.
La idiosincrasia de la banda y su concepto no pasan por mostrarse etéreos y herméticos, ¡¡¡más bien todo lo contrario!!!, pues el humor, el alcohol y la fiesta son unas constantes tanto en sus letras, llenas de ironías y ralladas varias, como en sus, al parecer, potentes pero muy entretenidos shows en donde la diversión, los calores etílicos y el buen rollo parecen predominar. Para que os hagáis una idea, yo los comparo mucho en actitud a los también cachondísimos Mammoth Mammoth australianos pero sin el ramalazo hard rockero ‘a la Nashville Pussy‘ y, por supuesto, a la frescura e inmediatez de sonido de sus paisanos The Vintage Caravan. En cuanto al timbre vocal de Bjarni es bastante similar al de Óskar Logi (Vintage Caravan) aunque a mí me recuerda por momentos a Daniel Johns (Silverchair), incluso al primer Vedder.
Lo cierto es que el disco se me pasa volando y no sólo porque dure poco más de media hora, sino porque sus nueve canciones beben del Stoner más inmediato y gamberro de los Fu-Manchu 90’s además de mamar de la teta de los riffs más aguerridos de los Kyuss de Welcome to the Sky Valley. El tracklist es una especie de ‘rallada marciana conceptual’ ya que From Party to Apocalypse empieza con un machacón primer tema titulado «Party» y se acaba con el atropellado track denominado «Apocalypse». Entre medias nos encontramos con ‘sopapos’ desérticos a todo trapo como «What Mama Don’t Know», «Drunk Something» o el impresionante «Just The Tip» dejándose notar lo conjuntado y compactado que suena el trío. Bajando un poco el pistón, que no en intensidad, destacaría un track como «Satan Waits» que es puro Tool/A Perfect Circle, así como mi tema favorito, «Lizard Boy», con un Bjarni dejándose la garganta y llevando la canción hasta el puto clímax.
¿El futuro del Rock’N’Roll se encuentra en Islandia?, bueno, eso no lo sabemos pero la isla se debe descongelar a pasos agigantados con el ‘árido desierto’ que nos ofrecen estos tipos encima de un escenario.
¡Pasen y vean!…
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Y, cómo no, el disco en su ‘bandcamp’ en la opción ‘name your price’ para que te gastes algún ‘eurillo’ pues estos chicos lo merecen ¡y mucho!!!…
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