Desconozco que si como dice uno de mis compañeros de web, será cuestión de generación o entorno, pero para mi, las portadas de los discos, me siguen pareciendo algo fundamental, que queréis que os diga. Que si, que ya me se el refrán de memoria, pero si algo ha sido importante en el heavy metal, a través del tiempo, es el diseño de sus carpetas, con mayor o menor acierto, pero siempre buscando el impacto visual, y que no queden dudas de lo que corre por sus surcos.
Es como los nombres de las bandas, siempre me ha gustado más la sonoridad que tenían estos en otras épocas, aunque por suerte, hay grupos que se niegan a que eso se pierda. Pero volviendo a las portadas, para mi son muy importantes, la verdad, porque la música se complementa con el juego visual, y más para los que aún nos seguimos dejando una pasta considerables en discos originales. Por eso, mi atención creció muchísimo cuando vi la portada de «Häxan», segundo disco de los heavys andaluces, Gaelbah, para el que han tomado como primer encuentro con su trabajo, una estupenda portada de uno de los mayores pintores que ha dado la historia, y que supo como nadie vincular su arte con la oscuridad, como es Francisco de Goya, y su obra «Las brujas», cedida por la Fundación Lázaro Galdiano de Madrid, y que casa con el título del disco, sacado de la película dirigida por Benjamin Christensen en 1922, «Haxän, la brujería a través de los tiempos».
Si eso no es suficiente para levantaros la curiosidad por escuchar este segundo disco de Gaelbah, también podría contaros, que colaboran con ellos, dos conocidos personajes como Blaze Bailey (ex Iron Maiden) y Ralf Scheepers de los Primal Fear y culpable de ese gran disco que fue el primero de Gamma Ray. ¿Aún quereis más?, pues al turrón, porque estos tipos se han marcado un disco cojonudo, que se alinea junto a una serie de nuevas formaciones, que están realzando el heavy metal, después de unos años, (y esto es una opinión personal, que conste), de devaneos entre tanta espada, dragones e intentos de afiliarse a las hordas del continuo doble bombo del power metal. Abren con la canción que dan nombre al disco, y ese riff huele a los mejores Maiden, que ya te pone en alerta. «Salvation» suena muy heavy, mucho, con una base rítmica contundente y la voz, muy bien, dándole fuerza. Más oscuro es «Burn the gods», donde los riffs suenan durísimos. «Searching for the light», es puro heavy metal tradicional, y la voz de Alejandro puede llevar a creer que esta es la canción, en la que participa Scheepers.
«To hell» sigue el mismo sendero, heavy metal sin más aditivos, un toque tradicional y un estribillo fantástico. «Black widow» cuenta con Blaze a la voz, aportando con su voz otro registro a la canción, un toque más pesado. En «Live your pain», si que es la voz de Scheepers la que suena, en un espectacular duelo de voces, y unas guitarras tremendas. Como las que suenan en «World on fire», en la que el vocalista, Alejandro se luce a gusto, dejando claro que es un tipo al que tener en cuenta. «Night on bald mountain» se mueve por los raíles del metal de corte alemán. Llegando casi al final del disco, nos encontramos con la balada, «The chosen one», que sin ser el punto fuerte del disco, está muy trabajada con las orquestaciones y ese aire épico que le imprimen. Para acabar, «Black Widow II», esta vez cantada por Alejandro, y que para mi gusto, queda mucho mejor con sus registros y su forma de cantar, que cuando la encara el ex- Wolfsbane/Iron Maiden. Reconozco que mi fe en el heavy metal actual, se balance muchas veces peligrosamente, desde hace ya años, pero es gracias a discos como este, que no pierdo la esperanza.
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