Dentro de la interesante propuesta del Festival Madgarden de Madrid destacaba la actuación de The Divine Comedy, es decir, ese genio loco llamado Neil Hannon. Hasta allí que nos fuimos para cubrir tal evento.
Dentro del programa doble les tocó abrir la velada a Superpez, reconozco que no vi entera su actuación y que lo que vi no me esntusiasmó precisamente. Me dejaron bastante frío. Su pop rock no me dijo nada.
Pasados algo más de 10 minutos sobre la hora convenida, The Divine Comedy hicieron su aparición. Vestido con traje y corbata, Neil Hannon desplegó todas sus artes de seductor, estuvo irónico y de buen humor durante toda su actuación. Desde el principio supo ganarse a su público. Esa falsa modestia tan británica y ese humor conectaron con la audiencia desde que comentó el terrible calor que hacía. Hannon no va de estrella, le sobra talento para ir de divo pero va de tipo normal que se dedica a lo segundo que más la gusta, confesó que lo primero era hacerle el amor a su novia. Hubo tan buen rollo que incluso llamó por teléfono desde el escenario a su hermano para felicitarle su 50 aniversario y que el público le cantara el happy birthday. Genio y figura. De todo hace una broma o un chascarrillo. Se arranca por el Lola de The Kinks sin saberse la letra, tararea The Race de Yello o se queja de lo mucho que le cuesta afinar. Incluso asume sin complejos que se ha equivocado al coger la guitarra para el siguiente tema o lo que sufren sus pulmones al dar las notas más largas. Nada queda impostado, todo resulta tremendamente natural y espontáneo. Hannon se ganó al público haciendo gala de esa fina ironía marca de la casa. Lo que comenzó como un concierto acabó siendo una celebración. Eso sí, la profesionalidad y entrega de Hannon quedaron fuera de toda duda, lo cortés no quita lo valiente.
El sonido fue bueno, algo grave diría yo, pero la banda y Hannon están a la altura. Acompañado por batería, bajo, teclados y acordeón Hannon repasó lo más granado de su irónica discografía. Sonaron Absent friends, Assume the perpendicular, Everybody knows (except you), Becoming more like Alfie, A lady of certain age, Songs of love, Generation sex, National express, A drinking song (copa de vino en la mano incluida), etc. Un repertorio que hizo las delicias del respetable. Para acabar eligió Down in the street bellow y Charmed Life como bises cuando el público ya estaba totalmente enfervorecido. Yo eché de menos algún tema más de Casanova y esa joya llamada Our mutual friend. Cada uno tiene su corazoncito y Hannon no podía contentarnos a todos.
Al final, la mayoría del público acabó de pie bailando. Hannon se despidió tras los bises diciendo que nos veríamos pronto, quizás antes de lo que nosotros pensamos. Estaremos atentos.
Un tipo genial que he podido ver muchas veces con diferentes formaciones.Le hice hace años una entrevista para la Mandragora y fue muy amable, aunque en esos tiempos no llenaba sitios tan grandes, pero sus discos eran mejores!
Conste que le adoro, pero ha sido con diferencia el concierto más aburrido de The Divine Comedy al que he asistido. El tiene ese encanto que hace que los fans traguemos con todo lo que haga, pero teniendo temazos como Our Mutual friend, At the indie disco, Something for the weekend, en fin, mil temazos, que nos cante medio Bang Goes the Knighthood tiene delito.