Un grupo de escritores americanos, entre los que se encuentran Paul Auster, Donna Tartt (autora de El Jilguero), Stephen King, John Grisham, Junot Diaz, Tracy Chevalier, etc..y que son publicados por el grupo editorial Hachette, se han enfrentado contra el gigante de la distribución, Amazon. Este quería bajar el precio de sus ebooks, y ellos se han negado, con razón. Ante esta situación, el mega-grupo no sacará sus nuevas ediciones en pre-venta, es decir, no colocará sus nuevos títulos un poco antes de que se editen; no distribuirá ofertas de sus títulos y retardará la compra de sus obras.
Hoy en día, cuando gracias a la tecnología digital, tenemos acceso a nuevos libros a golpe de click; cuando han bajado en muchos enteros la edición en papel, y cuando el ebook/libro electrónico se ha introducido en nuestros hábitos de lectura, en el mio no, debo ser un anacrónico, que todavía no lo tiene y no lo usa; pues una serie de autores están viendo como sus obras pierden valor. Unos dirán, que por que se quejan, si van a seguir vendiendo..pero ¿quien pagará al editor, al traductor del libro a otros idiomas, al que diseña sus portadas, y al mismo autor, por ejemplo?. La copia digital te permite acceder a un nuevo libro a coste cero, pero es que la cultura tiene su precio. ¿Quién paga al autor las horas, semanas, meses o años en que tarda en escribir un nuevo libro?, ¿Quién la va a pagar a Donna Tartt la decena de años en que ha tardado en escribir su última novela? Yo me opongo a que la cultura sea gratis. No tengo e-book; no me va eso de tener un dispositivo electrónico para todo. Siempre me ha gustado “manosear” un libro, tenerlo entre mis manos, si quieren “sobarlo”. Cuando no podía hacerme con él lo sacaba de la biblioteca. Al ebook, al kindle, los veo fríos y distantes; una carcasa electrónica, y no es lo mismo. “Si es que por casi 100 euros puedes tener uno propio”...te dicen. No va conmigo, no voy con los tiempos.
Con la música pasa lo mismo. Desde que el cd invadió nuestra biblioteca musical, las ventas de música han ido cada vez a peor. La creación de música tiene su precio. Hay que pagar el estudio de grabación; hay que financiar las sesiones de los músicos; hay que pagar al productor; hay que elegir a una persona que diseñe las portadas ( vean las obras de arte de Roger Deacon para YES/ASIA), etc… Estoy de acuerdo en que los precios de los cds bajen; en que consumir música no sea un lujo. Un álbum en formato cd no puede costar los mismo que un plazo de un electrodoméstico, pero de ahí a ser gratis va un tirón. No me gusta la descarga de música puesto que los que la practican oyen un 0,1% de lo que se descargan, estoy seguro. Me gusta más el streaming , es decir el músico pone el cd para escucharlo antes de que se edite. Con la descarga no tienes las letras, los créditos, de ahí que el LP haya vuelto a las estanterías.
¿Cómo sobrevive un músico o un grupo frente al panorama actual de las descargas digitales? Imagino que haciendo conciertos. Una de las opciones actuales para el consumidor es hacerte de los discos en la web de los músicos, o en las de las discográficas de ellos. He observado que los precios rondan los 10 euros ( e incluso menos) y no me parece mala opción. Hoy en día, un artista consagrado no tiene problemas, porque vende tanto en digital como en soporte físico. Los problemas los tienen los músicos nuevos que surgen, y que son muchos.
Cuando había dinero para todo, no nos importaba comprar un cd o un libro al mes, ya que teníamos “recursos”. Hoy en día, el panorama ha cambiado y mucho. Como no hay dinero, lo que se hace es descargar el libro en epub/pdf, ( a veces vamos a la biblioteca pública, pero con los recortes, ya no se compran nuevos títulos). También los usuarios descargan la música en mp3. Y no se “bajan” uno, sino una decena de títulos, ¿pero quién puede leer 5 títulos en el tiempo que antes leía uno, o escuchar 10 cds en el tiempo en el que antes escuchaba 3?
Con el cine ha pasado lo mismo. Las ventas de dvds han descendido en gran manera, y muchas tiendas de préstamo-venta han desparecido, aunque algunas se mantienen (El Pais/13/08/2014). Hacer cine tiene sus costes. Rodar películas como la última de Transformers, tiene su precio. Les voy a poner un ejemplo. El músico británico Peter Gabriel ha editado en dvd sus últimos conciertos. Seguro que ha tenido que hacer una gira, ha tenido un grupo de roadies (los que montan y desmontan el escenario), ha tenido un grupo de músicos a su cargo, ha tenido un director musical y de escenografía, uno que dirigía el juego de luces, etc.y les tiene que pagar a todos. Aunque vende su concierto en varios formatos, dvd, blue-ray, dvd+cd, etc.,el precio del dvd sencillo no superaba los 12 euros; esto sí que es un precio competitivo. Si a esto le añades que el dvd normal en tiendas (18,5 euros) lo compras en un día sin IVA, pues el artículo se te pone a 14 euros, muy asequible, ¿no creen?
No pienso que la cultura haya de ser gratuita. Creo que es posible encontrar formas que hagan más asequible la cultura a los ciudadanos. Si quieren ver una película vayan al cine el día del espectador; si quieren comprar un libro, intenten ahorrar a lo largo del mes-es, y si puede ser en bolsillo, mejor; si quieren hacerse con el último cd de por ejemplo Sinead O´Connor, a la que boicotean en la red, vayan a su web personal (yo prefiero pagarle a ella, que a una mega-tienda) y si quieren hacerse con una película en dvd, aprovechen las ofertas y vayan a tiendas ¡que alguna todavía queda!.
Con relación a los comentarios suscitados en Facebook:
1. En cuestión de espacios si doy la razón a la copia digital, que no puede competir en este campo esto es obvio. De todas formas, yo prefiero tener en un armario mis vinilos por ejemplo, ya que los considero un «Patrimonio Cultural», o mis cds.
2. Todo autor debe recibir dinero por lo que ha creado, pero el usuario de un producto cultural (cd, libro, dvd), tiene DERECHO a PODER ACCEDER a él a unos precios «razonables». Amazon utiliza una estrategia comercial que favorece al comprador, bajando los precios de los e-books por ejemplo, pero que no debe PERJUDICAR al creador, que cada vez vende menos y a menor precio, si comparamos el precio d eun libro en papel frente al e-.book. Con lo digital, a veces resulta que la creación no vale nada, y eso no es cierto. ¿De qué comen un músico, un escritor o un director de cine?
Algo que se puede deducir del articulo, NO A UNA CULTURA GRATUITA, es que si desaparecen (o casi) los libros en soporte físico, también desaparecerán las librerías, y muchas ya lo han hecho. Casi se venden libros en grandes superficies y por internet…¿No recordamos las antiguas librerías en las que hablábamos de esta u otra novedad recién salida del horno editorial?. Entablábamos con los libreros una relación cordial y amistosa…todo ello va desapareciendo.
Con la música y con el cine, sucede algo parecido. Las tiendas de música desaparecen más deprisa. ¿Recordamos algunas? A mi me gustaba SEVILLA ROCK, por ejemplo.
¿Y las tiendas de videos-DVD?
La cultura digital no puede borrar de un plumazo la cultura de libros, cds y dvds…hay espacio para la convivencia, en función de las posibilidades económicas que tenga cada usuario. No se trata de descargar todos y cada uno de los nuevos discos que hay en el mercado, sino de consumir «racionalmente». Cada vez que te descargues un libro o un cd piensa en que hay detrás de cada obra de arte…reflexiona. Por cada libro que te bajas de la red que son 15/20 euros…piensa en que con ese dinero se paga al autor, a la imprenta, al que dibuja la portada, al que lo traduce de otro idioma…ves así la cadena «human» que existe.
Amazon bajo el amparo de ser solidario, de tener en cuenta a los usuarios, va a «sacar» tajada, como casi todos en un mundo en crisis…es el tuerto en el país de los ciegos. Como los e-books son caros en comparación al soporte físico, los quiere bajar de precio., sin importarle si afecta al autor de la obra…¿?
Yo lo tengo claro. Cuando compre un cd, pues lo haré en la web de los músicos, porque está visto y comprobado como allí los precios son más asequibles y SÉ A DONDE LLEGA EL DINERO. Ese dinero ayuda a crear un disco, a alquilar un estudio de grabación o a contratar a los músicos, por ejemplo. (Fijate en el sello Real World).
¿Qué pasaría si los escritores crearan una página web y vendieran sus libros en ella, mas allá de AMAZON?, ¿CONTROLARÍAN TODO EL PROCESO? El problema sería el contrato que tiene con las editoriales. A mi no me parece mala idea…AMAZON les ayuda a distribuir sus libros, pero si ellos mismos los distribuyen…¿? Es una idea.
Chao!