Nuestro padre nos mandaba a nuestra habitación,
era la voz de la fatalidad,
decía que ya se lo agradeceríamos con el tiempo.
Cada día se mantenía firme como una roca,
así que a las ocho
ya no podíamos más.
Una noche,
mi hermano Joe y yo
trepamos bajando por el árbol familiar,
ese que crecía fuera de la ventana de nuestra habitación.
Corrimos aun sabiendo que no sería para siempre,
huíamos del pasado,
de aquello que estábamos destinados a ser.
Ahora que lo pienso, fue tan peculiar,
nos vienen de familia
todas esas cosas que somos
en el asiento de atrás del coche
junto a Joseph y Emily.
No podemos ver más allá
y todos heredamos los ojos de papá.
Ahora que lo pienso, qué raro fue todo.
Papá llamó el oficial al mando,
un hombre gigantesco,
apenas encajaba en sus circunstancias.
Le dijo que había dos niños en la calle,
los detuvieron en la ronda de patrulla,
en la estación.
Ahí estaba yo,
con Emily y Joe.
Papá conduciendo hacia casa,
todos rumbo al mismo destino.
Él sabía que pasara lo que pasara
cometeríamos los mismos errores,
no nos quitaba ojo ni a Joe ni a mí.
Ahora que lo pienso, fue tan peculiar,
nos vienen de familia
todas esas cosas que somos
en el asiento de atrás del coche
junto a Joseph y Emily.
No podemos ver más allá
y todos heredamos los ojos de papá.
Ahora que lo pienso, qué raro fue todo.
Como un sueño dentro de un sueño,
estamos todos a medio camino.
Como un baterista toca su batería,
de tal palo tal astilla
y vas a tener que atenerte a las consecuencias.
Escucha, oye,
lo llevamos en familia.
Escucha, oye,
es cosa de familia.
Escucha, oye,
lo llevamos en familia.
Escucha, oye,
es cosa de familia.
Ahora que miro atrás, qué surrealista fue,
nos vienen de familia
todas esas cosas que somos
en el asiento de atrás del coche
junto a Joseph y Emily.
No podemos ver más allá
porque todos heredamos los ojos de papá.
Vuelve a abrazarme,
ya no es un misterio,
no hay por qué alarmarse,
nunca podríamos haber llegado tan lejos
sin esa conciencia histórica
que siempre deja cicatriz.
Y todos heredamos los ojos de papá.
Ahora que lo pienso, fue todo tan peculiar.
Viene de familia.
Es algo genético
y todos heredamos los ojos de papá.
Ahora que lo pienso, es todo tan surrealista, oye.
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