Con esta amplia disponibilidad de música que tenemos actualmente y los que huimos de los logaritmos que tienen las plataformas digitales a la hora de recomendar música según lo que escuchamos, siempre nos llevamos una buena sorpresa cuando nos llega una banda nueva, que hace una música muy interesante, apostando por el metal progresivo mezclado con el metalcore.
Aeons es una banda originaria de la Isla de Man, situada en el Mar de Irlanda, conocida por sus míticas y salvajes carreras de motos. Aeons se formó en el 2016 y han editado tres Lps desde entonces: “A Tragic End” en el 2019, “Consequences” en el 2021, y este “The Ghosts Of What We Knew”, que saldrá a la venta el próximo 2 de julio. La banda está formada por el vocalista Skippy Hilton, los guitarristas Scott Sayer y Si Harvey, el bajista Joe Holland y el baterista Justin Wallace.
Este álbum, que nos llega gracias al sello musical Sliptrick Records está compuesto por 9 temas muy variados que muestran todo el potencial que tiene esta banda, reforzado gracias a la masterización de Sebastian ‘Seeb’ Levermann, vocalista y teclista de los alemanes Orden Ogan.
El disco arranca tranquilamente con la tierna “Noose” que nos recibe con una guitarra acústica. Dicho recibimiento se vuelve salvaje con la entrada de los instrumentos eléctricos. Cambios continuos de ritmo, riffs pesados y progresivos, diferentes registros vocales y juegos de intensidad sonora con partes más melódicas marcan este excelente inicio.
Continuamos con “Home”, una voz en off nos conduce a un tema contundente que me trae a la memoria a los suecos Meshuggah. Estrofas agresivas y estribillos melódicos en una perfecta combinación que nos deja muy buen sabor de boca. Seguimos en alza.
“Blood” es un respiro sonoro con un teclado compartiendo protagonismo con la parte acústica de la banda, y armonías de cuerda frotada que acompañan a la melodiosa voz de Skippy. Un oasis tranquilo y relajante en este disco lleno de contrastes que coge fuerza en la parte final del tema, pero sin alcanzar las cotas de los primeros temas.
“Circles” ha sido el tema elegido como adelanto del disco y es una muestra de todo el potencial que acumula la banda. El tema recoge las partes más melódicas de la banda, con esos juegos de dedos en las guitarras, destacando también la voz de Skippy, que se mueve por todo su amplio registro vocal cediendo el protagonismo a la guitarra solista en un solo que enlaza perfectamente con la parte final del tema.
“Thanatos” es uno de estos temas complejos y extensos que tiene Aeons, que con una intro tranquila desemboca en una endiablada vorágine sonora que nos puede recordar a estas bandas modernas del metalcore americano, dejando esa parte progresiva en un segundo plano, que aparece en algunos momentos. Muy buena esa parte central vocal cantando el estribillo que llega después del solo de guitarra, y que luego se repite unas cuantas veces hasta que le sustituye la parte final instrumental.
En “Cascade” nos encontramos con el tema más corto del disco, que sobrepasa por poco los 3 minutos. Siguiendo la tónica de 2 temas potentes y 1 tranquilo, llegamos a otro momento melodioso y relajante que nos ayuda a coger fuerza para los temas que se nos viene por delante.
“Ghosts” es un extenso corte de casi 20 minutos donde la banda da el do de pecho. Un viaje sonoro complejo, que es un completo desafío para la banda. Seguro que será impresionante ver interpretar este tema en directo, como ya he podido disfrutar cuando he tenido la oportunidad de ver temas parecidos con Dream Theater, Angelus Apatrida o Iced Earth.
Tras consumir un tema tan extenso, nos llega “Machines”, un corte que sirve de respiro y relajación para ayudarnos a digerir lo que nos queda todavía. Es un tema que va subiendo en decibelios poco a poco, y con unas partes melódicas que me traen a la memoria el haberlas escuchado en otras partes, si sabéis dónde, me lo podéis decir, gracias. El final resulta un poco abrupto después de todo lo escuchado anteriormente.
Y con “Collapse” llegamos al final del disco, otro extenso corte de 10 minutos. Aquí el sonido es más agresivo, aunque siguen con algunas partes melódicas, pero la intensidad predomina sobre el relax, y el ritmo es más rápido y machacón. Un buen cierre de este complejo disco.
No conocía esta banda y ha sido todo un descubrimiento. Ahora quiero sumergirme en el resto de su pequeña discografía, para seguir disfrutando con su música. Un disco para escuchar tranquilamente en casa, aunque tiene algún que otro tema que puedes pedir en el bar que frecuentes, si es que tienen internet para buscarlo, y para comentarlo con los colegas, como hacíamos hace años.
Un disco complejo de escuchar, que supera la hora de duración, pero que poniéndote con calma, seguro que le sacas muchos más detalles de los que yo he resaltado aquí, pero tampoco quiero extenderme demasiado. Muchas gracias por llegar hasta aquí y espero que te guste el disco.
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