La tarde empezaba temprano cuando, junto con los amigos de GKGRock, teníamos la oportunidad de adentrarnos en las entrañas de la Sala Boveda para realizar una entrevista a LG y a Dolphin, dos de los componentes de estos Seventy Seven `77 que ayer consiguieron colgar el cartel de Sold Out en su regreso a Barcelona en el acabó siendo un concierto especial con amigos invitado encima del escenario. Pero no adelantemos detalles, a lo largo de las próximas líneas ya tendremos tiempo de entrar en los mismos.
Varias son las preguntas que tuvimos ocasión de transmitirles una vez terminaron la prueba de sonido, y dos de ellas no tuvimos que esperar mucho para tener poder comprobar la veracidad de su respuesta, y es que, si bien a ellos, tal como se podrá ver en el momento en que se pase a publicar la entrevista, les resultó un pelin complicado definir sus directos, nosotros, un par de horas más tarde, tuvimos ocasión de comprobar la autentica orgía de rock, cerveza, sudor, y decibelios, muchos decibelios, en la que se acaban convirtiendo sus conciertos, y también de que, por mucho que ellos nos hablasen en la entrevista de que quizás resultase un pelin exagerado hablar de ello, por sus venas corre sangre, que no hay duda sería bendecida por Bon Scott a quien Hendrix tenga en su gloria.
Una previa antes de adentrarnos en lo que fue el concierto de los `77 para comentar que ,debido a la enfermedad de una de sus componentes, nos quedamos con las ganas de ver a las PL Girls en el escenario, coso que hizo que los teloneros del concierto fuesen los Black Way, a quienes solo tuvimos ocasión de ver en los tres temas finales, por lo que poco podemos comentar, eso sí, a alguien que baja de la furgoneta con una camiseta en la que se puede leer Zoso con el anagrama de los Black Crowes luego se arriesgue a realizar un cover de Led Zeppelin, y que encima tengan un guitarrista que se deje la piel en el escenario, desde aquí siempre se le va a mirar con buenos ojos. Sí, vienen de Pineda de Mar y se llaman Black Way.
Pasadas las 10 y veinte y con la sala ya a reventar es el momento en que las primeras notas de «We’re ’77», autentica carta de presentación del grupo, se apoderan de la sala, momento en que ya Guti, uno de esos gurús musicales con él que tendría que ser obligado ir a tomar una cerveza para hacerte participe de sus largas y dilatadas experiencias en esto del Rock, nos advierte que el escenario, que tampoco está nada mal, de la sala se le va a quedar pequeño a LG, cosa que, evidentemente no tardamos mucho en comprobar, y es que LG se transforma cuando sube ahí arriba. Antes había estado charlando con nosotros y nada parecía presagiar su transformación cuando, siempre de la mano de su inseparable Gibson, hace saltar en pedazos el recinto.
Apenas cuatro minutos para que esos dos monstruos que llevan el mismo apellido junto con Raw y Dolphin, los encargados de marcar el ritmo, ya se hayan apoderado por completo de las más de 300 almas ahí congregadas a las que no van a dar respiro a lo largo de la hora y media escasa de concierto, que si bien podría resultar un pelin corto, debido a su intensidad, es una medida de tiempo más que conveniente. Apenas cuatro minutos para que aparezca ante nosotros ese trallazo encargado de dar nombre a su segundo disco. Sí, estamos hablando de la más que espectacular «High Decibels».
Dos temas que por si solo ya pueden hablar de lo que es un concierto de estos cuatro tipos en los que Armand se dedica a recordarnos en todo que en un momento este planeta llamado Tierra tuvo el privilegio de ver como por él transitó Bon Scott, mientras que su hermano consigue crear una autentica comunión con sus incondicionales con algunos momentos memorables como su bajada del escenario y su posterior «paseo» por todos los rincones de la sala mientras su Gibson no para, mientras el resto de la banda le acompaña marcando el ritmo, de deleitarnos con ese apoteósico solo.
Dos canciones a las que siguen un autentico repaso a su discografia y ante nosotros aparecen auténticos himnos como «Give me a dollar», «Less Talk», «Gimme Rock’N’Roll» que se mezclan con los de su reciente Maximun Rock ‘N’ Roll y que, tal como ya se ha comentado en el inicio, tratándose de su regreso a su ciudad, ya en la parte final del concierto, justo antes de los cuatro bises, algunos miembros de los Crisix, grupo de thrash metal de estas tierras y amigos del los ’77, suben al escenario con ellos para realizar una especial versión de Shout it Out Loud de los Kiss, en otro de esos momentos especiales de la noche.
Noche a la que ya le va quedando poco y a la que, tras tomarse unos breves momentos de descanso, tras la dura batalla de lo acontecido a lo largo de la hora anterior, el grupo pone fin con una batería formada por cuatro canciones en las que ya el grupo, totalmente desbocado cabalga hacía un final apoteósico. Un final que deja detrás un viaje en el tiempo a esas sendas setenteras por las que en su momento transitaron esos AC/DC, The Who, Zep y en los que el Rock dominaba el mundo.
Solo una nota final para volver a referirme a algo que comentó Guti al inicio del concierto y que, una vez más hay que darle la razón, y es que estos tipos si en vez de haber nacido en Barcelona lo hubiesen hecho en Suecia, estos tipos ya llevarían tiempo viviendo de su música.
Reportaje fotográfico aquí.
Setlist
We’re ’77
High Decibels
Maximum rock’n’roll
Down and dirty
Meltin’ in a spoon
Don’t you scream
I had a log way
Things you can’t talk ’bout
Highway Rebel
Less talk let’s rock
Gimme a dollar
Shout it out loud (Kiss cover con miembros de Crisix)
—-
Stay away from water
Gimme rock’n’roll
Your game’s over
Big smoker pig
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