El concierto de Rosalie Cunningham en Zaragoza fue una experiencia vibrante y cautivadora. La artista inglesa desplegó su universo musical con audacia, entregando una actuación memorable de rock progresivo. Los primeros temas que sonaron pertenecían a «To shoot another day» (2024), ideales para abrir boca y ganarse al público. Tanto el tema que da título al LP (que podría ser una canción perfecta para un film de James Bond) como Timothy Martin´s Conditionary school o Heavy pencil sonaron a anticipos de la tormenta psicodélica que estaba por llegar. Reconozco que estas canciones me gustaron más en directo que en su versión grabada, algo que no es muy frecuente. Hay artistas que crecen sobremanera en directo, Rosalie Cunningham y su banda son uno de ellos. Y de qué manera.

Rosalie puede presumir de una notable presencia escénica así como de una voz poderosa. En esta gira viene respaldada por un grupo de lo más sólido: Rosco Wilson en guitarra, Claudia Haze en bajo, coros y flauta travesera, Aaron B. Thompson al Hammond y Bo Walsh en batería. Un grupo compacto en el que destacó la química y la precisión a partes iguales. Una gozada, oiga.

Recuperaron joyas más folkies de su discografía como Duel (en la que Rosalie y Rosco se alternaron al cantar) o Tristitia Amnesia de su segundo LP (Two piece puzzle, 2022) demostrando la versatilidad del conjunto. También recuperaron The Tempest and the tide de Purson (el anterior grupo de Rosalie). Admito que me sedujeron esas progresiones, los juegos de dobles voces y esos solos tanto de guitarra como de teclados. Pura psicodelia progresiva con toques de hard rock. Me quedo con las alucinantes Spook Racket o Ride on my bike con esos riffs pesados y toda la banda echando humo. Guau.























0 comentarios