Solía erguirse una vieja torre sola en el mar
y te convertiste en la luz de mi lado oscuro.
El amor siguió siendo la medicina, ese subidón y no la pastilla.
Aunque, ¿sabías que cuando nieva
mis ojos se agrandan
y la luz que emites no se ve?
Cariño, te comparo con el beso de una rosa en lo gris.
Ooh, cuanto más consigo de ti, más ajeno me siento, sí.
Y ahora que tu rosa florece,
una luz golpea en la desolación de lo gris.
Hay tanto que un hombre puede decirte,
tantísimo que puede nombrar…
Sigues siendo mi fuerza, mi placer, mi dolor, cariño.
Eres para mí como una adicción que aumenta y no puedo negar.
¿No quieres decirme si es eso sano, cariño?
Aunque, ¿sabías que cuando nieva
mis ojos se agrandan
y la luz que emites no se percibe?
Cariño, te comparo con el beso de una rosa en lo gris.
Ooh, cuanto más consigo de ti, más ajeno me siento, sí.
Y ahora que tu rosa florece,
una luz golpea en la desolación de lo gris.
Me ha besado una rosa en lo gris,
he sido besado por una rosa en lo gris.
He, (y si tuviera que enamorarme, ¿desaparecería todo?) sido besado por una rosa en lo gris.
Me ha besado una rosa en lo gris.
Hay tanto que un hombre puede decirte,
tantísimo que puede nombrar…
Sigues siendo mi fuerza, mi placer, mi dolor.
Eres para mí como una adicción que aumenta y no puedo negar.
¿No quieres decirme si es eso sano, cariño?
Aunque, ¿sabías que cuando nieva
mis ojos se agrandan
y la luz que emites no se ve?
Cariño, te comparo con el beso de una rosa en lo gris.
Ooh, cuanto más consigo de ti, más ajeno me siento, sí.
Y ahora que tu rosa florece,
una luz golpea en la desolación de lo gris.
Sí, te comparo con el beso de una rosa en lo gris.
Ooh, cuanto más consigo de ti, más ajeno me siento, sí.
Y ahora que tu rosa florece,
una luz golpea en la desolación de lo gris.
Ahora que tu rosa ha florecido,
una luz golpea en la melancolía de lo gris.
0 comentarios