Vamos hoy con un complicado poema de Robert Frost, que es conocido ya en esta página. Se titula Nothing Gold Can Stay. Y nos habla de lo efímero de la vida. De que nada originario permanece siempre igual, sino que cambia a medida que el tiempo sucede. Un poema corto al que es más difícil dar vida, por su brevedad. Retrata que en la vida todo es cíclico.
Nothing Gold Can Stay
Ninguna pureza perdura (recitado por tomás galindo aquí)
su más difícil tono a conservar.
Su temprana hoja es una flor;
mas tan sólo por una hora.
Después la hoja cede al follaje.
Así el Edén se sume en la amargura,
también el alba se sucede a diario.
Ninguna pureza perdura.
0 comentarios