Es curioso pero el Fassbinder cineasta cerró su filmografía con la trilogía sobre la sociedad alemana, conformada por títulos con nombres femeninos: “El matrimonio de Maria Braun”, “Lili Marleen” y “la ansiedad de Veronika Vöss”. Todo filmado en los primeros ochenta, si bien es cierto que esa idea de la feminidad ya la había rodado antes con largometrajes como “El viaje a la felicidad de Mamá Küster” y, sobre todo con “Las amargas lágrimas de Petra Von Kant”, escrita para teatro en 1971 y llevada al cine en 1972, con una de sus grandes musas como Hanna Schygulla.

Una historia de mujeres que ahora se nos ofrece en versión escénica de Rakel Camacho y producción de Jesús Cimarro, responsable de Festival de Teatro Clásico de Mérida. Una representación para estos convulsos tiempos, de corte futurista en la escenografía de Luis Crespo, tanto en el escenario presidido por una bañera- cama y flanqueado por varios elevados que simulan una pasarela de moda, pues no olvidemos que su protagonista Petra es una célebre diseñadora. Detrás un espejo que sirve de proyector y de separación con la parte trasera.
Una interesante concepción, aunque bastante posmoderna, con la que jugar con unas interpretaciones casi de la “comedia dell’ arte” donde sus actrices parecen robots o marionetas e, incluso, cantan o bailan para separar escenas y actos. Una idea que aligera el duro drama pero que no termina de funcionar siempre, aunque en líneas generales la versión posee ritmo y su algo menos de hora y media se ve con sumo agrado. Más para quien conozca la obra pues las reinterpretaciones son necesarias, sólo hay que ver el caso de la reciente cinta “Peter Von Kant” de Francois Ozon.

Además Fassbinder trata temas universales como la soledad, la incomunicación o las dinámicas de poder en un tiempo donde actualizó la dramaturgia de Berthold Brecht con el melodrama estadounidense, en la vida de estas mujeres donde la posición social la tiene la famosa diseñadora de moda que tiene esclavizada a su asistente Marlene y, tras su divorcio, se encapricha y enamora de Karin, una aspirante a modelo que llevará a Petra a sumirse en una profunda depresión por el abandono de su amante.

Al buen texto de Fassbinder y el ritmo que aporta Camacho, se suma un elenco positivo con la veterana María Luisa San José, Maribel Vitar y Julia Monje, dejando el lucimiento y el peso de la trama a Aura Garrido y una extraordinaria Ana Torrent que lidia con su complejo papel, aportando múltiples matices.

Un “Las amargas lágrimas de Petra Von Kant” que vista hoy no resulta tan escandalosa como en su estreno en los setenta pues las dinámicas de poder (de corte marxista, con opresores y oprimidos) y la homosexualidad deberían estar superadas. Además aquí prima el melodrama más que el escándalo, cosa que el siempre comprometido Fassbinder realizó en otras obras y películas como “Querelle”, basada en Jean Genet.




















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