Dicen los periódicos, los informativos y las redes sociales que ha fallecido
David Lynch, todos mienten. David Lynch seguirá vivo mientras haya un espectador dispuesto a buscar lo perverso bajo la monotonía. En definitiva, mientras haya espectadores inquietos, David Lynch y su obra seguirán vivos. Admito que es uno de mis directores
surrealistas (término que quizás se les quede pequeño) favoritos junto a
Alejandro Jodorowsky y no puedo evitar compartir mi visión sobre su filmografía.
No olvidemos que Lynch siempre se consideró pintor más que director de cine. De ahí que, más que narrar una historia, a Lynch le interesaban las sensaciones (no siempre agradables) que sus escenas sugerían al espectador. Es por ello que cualquier interpretación que se haga de su cine siempre será subjetiva ya que sus imágenes le pueden sugerir a cada espectador sentimientos diferentes. Hoy abrimos fuego con
Eraserhead. La primera, en la frente.

Eraserhead fue la primera piedra de una carrera repleta de momentos bizarros que surgen de la más completa cotidianeidad. Eraserhead es un film extraño y hermético en el que Lynch plasmó una pesadilla surrealista sobre el miedo al compromiso y la paternidad. Lynch rodó la película con muy poco presupuesto durante seis años, de forma completamente amateur, usando a amigos como actores y sacando provecho de la escasez de medios para plasmar esta oscura pesadilla.
El personaje principal, Henry (interpretado por Jack Nance), es un tipo asustadizo que vive en una pesadilla post apocalíptica. Henry se casa con su ex novia al enterarse que ha sido padre de un niño con aspecto de patata. El hijo de la pareja no deja de llorar y la película se convierte en una experiencia angustiosa. Los que hayan sido padres sabrán de lo estoy hablando. En la escena de la cena, cuando Henry va a cortar el pollo, éste cobra vida y empieza a emanar de su interior un líquido negruzco. Mientras tanto, la abuela entra en un extraño trance. Lynch contrapone el puritanismo de la familia con los movimientos obscenos del pollo y el trance de la abuela. El sexo irrumpe de forma inesperada en un ambiente totalmente opresivo. La familia y las costumbres sociales parecen provocar una tremenda repulsión en Henry/Lynch.

Henry es un ser alienado, sin personalidad, incapaz de actuar ante un mundo feo y derpimente. Un personaje que se deja anular por su esposa. Él sólo puede soñar con un mundo mejor (sin compromisos ni responsabilidades). Opino que realmente Henry es un joven que tiene miedo a madurar y aceptar su paternidad. ¿Es Henry el alter ego de David Lynch y toda la película es una pesadilla del director? Entiendo que Henry/Lynch se ve inmerso en su peor pesadilla: acabar siendo un padre de familia y trabajar en una industria alienante. Ese final en el que la cabeza del protagonista sirve de materia prima para hacer una goma de borrar simboliza la manera en la que la implacable sociedad post-industrial y la familia tradicional han anulado a Henry.
El cine de
David Lynch a veces nos regala momentos sublimes en los que imagen y sonido forman algo mágico. Todo el sonido de Eraserhead es fascinante con esos ruidos industriales de fondo. Una auténtica tempestad sonora. Eso sí, la canción
In heaven me tiene fascinado desde que vi esta escena. No es una gran canción, pero tiene ese punto infantil y a la vez perverso que posteriormente David Lynch desarrollaría con la ayuda de
Angelo Badalamenti. Nunca entendí (ni falta que hace) qué pinta esta chica cantando esta canción dentro de un radiador, supongo que será una fantasía del protagonista que anhela llegar a ese cielo que cita la canción en el cual conseguirá lo que quiere, sea lo que sea. Por cierto,
The pixies hicieron una estupenda versión.

Es mejor disfrutar
Eraserhead (y todo el cine de David Lynch) sin intentar comprenderlo, sólo
disfrutando (es un decir) de las
desagradables imágenes y estridentes sonidos que nos ofrece. Eraserhead no es su mejor obra aunque sí nos dio una pista de lo que vendría después.
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