La saga “Terrifier” es una de las mayores aportaciones al gore moderno. Una “salvajada” desde su primera entrega que ha ido evolucionando hacia una “locura” de universos paralelos al más estilo David Lynch. Todo ese malsano horror se debe en buena medida a su protagonista, Art The Clown, un villano de enorme entidad. Y ese es el secreto pues como Freddy Krueger en “Pesadilla en Elm Street”, Jason Voorhees en “Viernes 13” o Michael Myers en “La noche de Halloween”, Art es lo suficientemente carismático para que contemplemos su “carnicería” como un placer culpable. Se le odia pero admira a la vez.
Su responsable Damien Leone ha conseguido realizar todo un catalogo de crueldad, sadismo en modo “torture porn” en más de un crimen. La primera cinta “La víspera de Halloween” de 2013 era un film de episodios protagonizado por ese bestial payaso que cobraba un absoluto protagonismo en el “Terrifier” de 2016, cinta corta de menos de hora y media donde el bestial psicópata aterrorizaba a dos jóvenes en una noche donde todo aquel que se cruzaba en su camino moría de la forma más salvaje posible. Un hilo narrativo mínimo que se ampliaba en la segunda, con una entidad diabólica que parecía dominar la mente de Art. Allí aparecía la figura redentora, una joven que plantaba cara en ambos planos a Art y “La niña pálida” que es sustituida por la superviviente de la primera, desfigurada y convertida al espacio demoníaco. Un choque de fuerzas entre el bien y el mal que conllevan una brutal colección de asesinatos, cada cuál más impactante y brutal, basado en el puro “splatter” que ofrece el maquillaje y el “latex”.
Quizás el guion no sea el punto fuerte de este “Terrifier 3” pero al espectador amante de este género imagino que le dará bastante igual pues lo mismo que sucedía en las películas más bestias de Lucio Fulci lo importante es lo visual y las muertes imaginativas. Aquí podemos ver desmembramientos, hachazos, uso del nitrógeno líquido, ingestión de ratas, sierras mecánicas cuyo uso deja a Leatherface como aprendiz, atentados para matar niños entre otras lindezas.
Y este “tour de force” sádico se adereza con las chanzas y gestos del mimo, interpretado de forma admirable por David Howard Thornton, todo un espectáculo gestual que llena la pantalla, acompañada por Lauren LaVera como reverso angelical del gracioso homicida.
En esta tercera parte han decidido cambiar la ambientación del Halloween de la segunda a la navidad. No es demasiado original, ya que “slashers” como “Noche de paz, noche de muerte”, “Navidades negras” o “Fin de año maldito” han teñido de sangre esa época del año, pero sí efectivo. Tanto como efectista es “Terrifier 3”. Lo dicho: un placer culpable.
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