Tardaba en llegar la crónica de uno de los eventos más incendiarios del principio de temporada de la 16 Toneladas valenciana. Un cartel a 4 bandas, en clave garajera, formado por mis adorados THE VON DREAD’S y UKELELE ZOMBIES, así como también los para mí desconocidos en ese momento, LOS MONSTRUOS DE FRANKENSTEIN.
Tres bandas valencianas en un estado de forma increíble que prepararon y calentaron la sala para que los parisinos HOWLIN’ JAWS pusieran el broche de oro a la velada.
Para empezar, he de pedir disculpas a los citados THE VON DREAD’S, que abrían la noche muy puntuales a las 22:30 y un servidor no pudo llegar hasta pasadas las 23 h pudiendo tan solo disfrutar ‘a medias’ de sus tres últimos temas por encontrarme a un amigo al que no veía desde hacía siglos (…)
Pero bueno, hagamos esto tras el salto en donde ‘os lo vais a dejar más que sobrado’ con unas fotos/videos muy molones y una crónica que lleva mucha carga hormonal, emocional y de exorcización de algunas mierdas que no vienen al caso contar aquí…
La banda de Eric Von Dread se empieza a encontrar en un momento dulce. Su EP debut, Gotta Go! (2024) está funcionando francamente bien y ellos lo saben. Entrar en la sala y comprobar que estaban atronando con su matador «Killing Time» fue contradictorio para mí, por una parte, es un pepinazo que me estaba explotando en la cara y, por otra parte, sentí la más absoluta de las rabias por no haber podido llegar antes. Me encuentro a mi ‘colega’ y «Cobraspeed» y la cover de Dictators con la que cerraron, «Stay With Me», con la excelsa participación de Pipe, su partner en Deaf Devils, se me quedaron más bien de fondo al tener que ser ‘educado’ con el tipo…
Por la información que me ha facilitado la banda, obviamente tocaron todo el EP (abrieron con «Funeral Love»), así como temas nuevos que saldrán en el próximo lanzamiento, caso de «Love Is Only For Fools», «Space», «Firedancer» o «Rough Trade (Nightvoid)». Me jodió también haberme perdido la cover que hicieron del legendario «Come On» de Chuck Berry»… Joder…
Inéditos encima de un escenario para quien suscribe, LOS MONSTRUOS DE FRANKENSTEIN salieron a matar, con una energía garage punk rock’n’roll absolutamente irresistible, estuvieron divertidísimos y sonaron de auténtico lujo. En cuanto al setlist, desgranaron sus dos EP’s publicados hasta el momento, En Magazine y El Laboratorio destacando sobre todo y ante todo sus hitazos «Mi Novia es un Alien» y «Bailemos un Rock’N’Roll» junto con algún tema más que no controlo, pero que se me antojaron perfectos para desmelenarse a ritmo del garage más crudo y políticamente incorrecto de la Terreta…
Segunda vez que presencio en la 16 Toneladas los movimientos escénicos de Luis Armand, Andrés y Daniel, oséase, los UKELELE ZOMBIES, y otro triunfo asegurado que se llevan a la saca. Tanto Los Monstruos como ellos llevan una onda estilística similar y fue como continuar absorbiendo esa energía garajera que en el último año tanto he necesitado sentir para curar. Volver a disfrutar de himnos frikazos míticos como «La Hija del Sultán» (con la que abrieron gozosamente), «Tengo serpientes», «El fugitivo» y mis favoritos, la dupla «Veneno Vudú»/»Quiero a mi Chica», es una auténtica fiesta que un servidor disfrutó como si no hubiese un mañana viendo como ‘los de arriba’ se dejaban la piel también.
Qué bueno haberlos conocido en una mesa redonda ‘de bodas’ en aquel Sant Antoni Pop Festival de finales del pasado enero…
Pasamos al plato fuerte de la noche. Los parisinos HOWLIN’ JAWS venían presentando su último disco del año pasado, Half Asleep Half Away (2023). Se subieron al escenario con una energía y una entrega que me sorprendió gratamente.
Escuché días antes sus dos discos anteriores y, si bien me gustaron con esa mixtura de garage psicodelia y glam powerpop, fue encima de la 16 Toneladas cuando realmente me atraparon. Sonaron muy acojonantes y mostrando mucho más músculo que en estudio y en muchos momentos pensé lo que me ocurrió con los Uni Boys flipando con ellos a finales de junio en Loco Club cuando en disco tampoco me decían demasiado.
No me sé de memoria los títulos de sus temas, pero sí reconocí «Lost Songs», «Healer», el melosón garage sixties de «Rainy Days» y el garage fuzz vacilón de «Bewitched Me» en un setlist sin fisuras y, como os digo, mucho más ‘atronador’ y con más cuerpo y distorsión de lo esperado.
Siendo la banda que menos conocía, entendí a la perfección por qué eran unos cabezas de cartel con todas las de la ley, son buenísimos y prácticamente yo diría que juegan en la misma liga que los citados Uni Boys y The Lemon Twigs… Una apuesta perfecta para seguir allí disfrutando de la pinchada posterior, ahogando ‘mierdas’ licuadas en cebada, bailoteos y buenas conversaciones…
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