El concierto de anoche de HeavyDrunk and Watermelon Slim fue otra gran velada de blues para el recuerdo. La fusión de estos dos talentos sobre un escenario es una de esas ocasiones que uno no debe perderse. El veterano Watermelon Slim cuenta con 75 años y unos cuantos kilates de blues a sus espaldas. Sobrado de ganas y tablas, el tipo desprende una asombrosa soltura sobre el escenario. La veteranía es un grado. Su peculiar manera de ir traduciendo la letra de la canción al castellano sobre la marcha me pareció fantástica. Igualmente Heavy Drunk se preocupó de ir leyendo en castellano la presentación de cada tema. Cada canción de blues cuenta una historia y siempre es bueno saber de qué nos están hablando.
Una vez que empezarona tocar con Hard times, la cosa fue imparable. Buen blues a borbotones salía de sus instrumentos. Madre mía. Uno no puede más que rendirse ante la maestría y el buen hacer de estos músicos. Sonaron de lujo en una Rock & Blues entregada. Pudimos disfrutar de temas como Wheel man, Call my job, Love and devotion, Devil’s Cadillac o 47 lb rooster. El repertorio iba saltando del Delta del Mississippi a Memphis, para viajar a Chicago para luego recalar en Oklahoma. El concierto fue un crisol del mejor blues norteamericano
Tampoco son mancos los músicos de HeavyDrunk, ni mucho menos. Todos excelentes y entregados a la noble causa del blues. Pero la gran estrella del show fue Sandía Slim, a pesar de sus años se mostró intratable con la armónica e incluso bajó las escaleras de la Rock & Blues para interpretar un tema entre el respetable. Por cierto, la sorpresa de la noche vino cuando HeavyDruk interpretó el Let’s Stay Together de Al Green.
Derrochando simpatía y buen hacer se nos pasó la estupenda velada a base de buen blues.
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