La serie de “Superdetective en Hollywood” era un “divertimento” puramente ochentero. Un detective negro de los suburbios de Detroit llegaba a la glamourosa Beverly Hills en Los Ángeles para resolver algún extraño caso de asesinato que vinculaba a algún amigo.
Una saga que a pesar de ir decayendo con las diferentes entregas, sí contó siempre con realizadores de altura pues a la primera de Martin Brest, le siguieron dos más dirigidas por Tony Scott y John Landis. Parece claro que el responsable de esta, el primerizo Mark Molloy no tiene el nombre de los anteriores aunque tampoco se puede decir que su realización sea mucho peor.
Un puro “revival” que mantiene las constantes de sus precedentes, con un inicio arrollador en Michigan, con una persecución con una quitanieves que lleva a Axel Foley a intentar defender a sus viejos compañeros angelinos en la soleada California. Además con sus personajes conocidos, encabezado por Eddie Murphy, acompañado de secundarios conocidos como Judge Reinhold, Paul Reiser o John Ashton, junto a nuevos personajes como Joseph Gordon-Levitt, Taylour Paige y el villano para Kevin Bacon.
Un ejemplo más de rentabilizar éxitos del pasado mediante enarbolar la bandera de la nostalgia para un público conocedor de la trama y los protagonistas. El debe es la errada actualización pues como producto de su época, “Superdetective en Hollywood” era una comedia de acción en clave de “buddy movie” mientras que en estos tiempos de corrección política, se cambia la pareja policial por una hija abogada que en todo momento parece enfadada y que su empoderamiento proviene de no aceptar ningún consejo, sobre todo de su padre al que parece odiar. Es sin duda, lo peor de una cinta que, por otro lado, tampoco llega a ningún lugar pues copia el esquema de sus predecesoras sin aportar nada nuevo, salvo sacar a los secundarios de las otros largometrajes en algún momento, algunos casi cameos.
Lo mejor es un Eddie Murphy al que los años no han retirado su vis cómica y que funciona como héroe junto a unas secuencias de acción bastante logradas.
“Superdetective en Hollywood: Axel F.” no es, ni mucho menos, una buena película pero sirve para pasar un rato entretenido. Para ver y olvidar a los diez minutos de su visionado. Quizás es lo que pretende Netflix con obras como esta.
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