Inmerso en la gira que rememora sus 25 años en el mundo de la música, el puertorriqueño Luis Fonsi se presentaba en el Tío Pepe Festival que volvía a presentar un lleno espectacular, con largas colas desde la mañana para ocupar los primeros lugares en el Front Stage. Unas 3.000 voces que se daban cita en La Bodega Las Copas para recibir una dosis de pop latino con el que combatir la calurosa noche sureña. Acompañados del impacto visual sobre la pantalla que preside el escenario, los músicos saltaban al escenario con Luis Fonsi apareciendo en la parte alta de este mientras una eléctrica «Corazón en la maleta» convertía la pista en un gigantesco karaoke que ya no callaría ni un momento en toda la noche, arropando con sus gargantas las canciones de Luis Fonsi.
Tantos años de carrera dan para mucho y por tal motivo comienzan a desfilar por la noche jerezana canciones que de una manera u otra se han instalado en el colectivo a través de la radio antes y de otras vías ahora. Un fallo eléctrico -eficientemente solucionado por parte de la organización del festival en tiempo récord- obliga a parar el concierto unos minutos pero la vuelta al escenario de Luis Fonsi, en todo momento cercano y comunicativo, muestra que la experiencia es un grado a la hora de conducir a su terreno cualquier eventualidad, volviendo a levantar unos ánimos que por otra parte, nunca decayeron. Aunque Fonsi, consciente del signo de los tiempos, trata de acercar su sonido a márgenes actuales, su legión de fans se ha consolidado con el tiempo y su modo y manera está en concordancia con el actuar del cantante melódico latino en cuyo manual se dan cita tanto ritmos sonoros como la cumbia o la bachata y cobra especial importancia la balada, de la que el vocalista realizó un medley que recogía buena muestra de su travesía melódica a lo largo de los años.
Pero no todo iban a ser piezas lentas, desde el escenario invitaba una y otra vez a la audiencia a bailar, haciéndose esta eco de dicho requerimiento, en una sobredosis de calor recíproco. Cabe destacar la labor de los músicos que acompañan a Luis Fonsi, que incluso mostraron algún guiño que posiblemente pasara desapercibido para la multitud congregada y envuelta en ese éxtasis colectivo, signo inequívoco de su disfrute con lo que se transmite desde el escenario. Salida y entrada para despedir el concierto con «Echame la culpa» y su mega hit «Despacito», baño de masas y punto y final.
Fotografías de Adrian Fatou. Cortesía de Tío Pepe Festival.
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