Domingo por la tarde, puente en Zaragoza por la festividad de San Jorge y Partido Barça-Madrid. Hay veces que los elementos juegan en contra y fue una pena que la sala Mozart del auditorio de Zaragoza no presentara un aforo mayor. Lo cual no resta un ápice de mérito a estos grandes músicos ni a su concierto.
Lo del domingo fue un sentido homenaje a la música de Pink Floyd regado con las dosis justas de virtuosismo y pasión. The other side realizan un espectáculo impecable que respeta escrupulosamente la música de Pink Floyd. Se dice fácil, pero intuyo que detrás hay un esfuerzo titánico. Más de una década llevan recreando magistralmente la música de Pink Floyd y se les notan las tablas. Como ya es imposible ver a los Pink Floyd originales en directo (Barrett y Wright ya no están entre nosotros y las cosas entre Gilmour y Waters no parece que mejoren con la edad), con The other side se vive una experiencia muy similar a lo que debió ser ver a los miembros originales.
Comandados por Shanti Gordi (voz y teclados) debo destacar la excelente labor de todos los miembros del grupo. A saber: Pere Moll (batería), Marc Bosch (saxo), Toni Olmedo (bajo), Judith Uris (coros), Joana Melià (coros), Simo Bosch (guitarra, voz) y Pedro Sánchez Tuomala (guitarra, voz).
The other side cuidan tanto el sonido como la imagen, ambos exquisitos, a un nivel tan alto como la maestría de los músicos. Un grupo como Pink Floyd no se merece menos. Tanto las proyecciones como la iluminación me parecieron sobresalientes (incluida la icónica pantalla circular) y suponen un añadido a la excelencia musical de los menorquinos. Al repertorio no puedo ponerle pegas. Basaron su espectáculo en los clásicos de los años 70 como The dark side of the moon (1973), Wish you were here (1975), Animals (1977) o The wall (1979). Casi nada. Ningún fan de Pink Floyd salió defraudado, os lo juro, los vítores entre canción y canción así lo demostraron. Me sorprendió gratamente que atacaran algún tema de The division bell (1994). Reconozco que se me pusieron los pelos de punta con Shine on you crazy diamond y Mother. Tras un intento de retirarse, volvieron al escenario para presentar a los miembros de la banda y acabar con unos unos bises tan efectivos como Wish you were here y una demoledora Confortably numb en la que las guitarras de Simo y Pedro echaron chispas. Esto es acabar por todo lo alto.
Fueron dos horas emocionantes a base de un repertorio inmejorable. Gracias a todos ellos por hacernos vibrar en directo con la inmortal música de Pink Floyd.
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