Antecedentes: Desde la Grecia clásica la forja de un héroe ha tenido miles de representaciones. Por nombrar unos pocos, de Edipo a Luke Skywalker, pasando por Michael Corleone, Frodo, Neo de Matrix o Harry Potter. El joven héroe (masculino, por supuesto) está destinado a hacer grandes gestas aunque el camino no le resultará fácil. Ese aprendizaje del héroe es la verdadera aventura, una travesía por el mundo exterior que se refleja en el interior del héroe.

Dune versa sobre un joven que debe aceptar su destino. Como en el Padrino, Michael Corleone no quiere seguir los pasos de su padre ni heredar los turbios negocios de su familia. Pero la vida le obligará a aceptar su sino. Paul Atreides no quiere ser el mesías para ninguna de las distintas facciones que lo ven como tal. No desea ser El Elegido ni traer la guerra al universo. Le vale con vivir plácidamente en la jaula de oro de la casa Atreides. Es su madre quien ha trazado un plan desde hace décadas para convertirlo en un mesías que él no desea ser. Lady Jessicca concibió un hijo y no una hija (contra la voluntad de su orden Bene Gesserit) para que se convierta en El Elegido. Lo mismo se puede decir de Luke Skywalker, tampoco quiere gobernar la galaxia junto a su padre, sin embargo, deberá acabar con su progenitor para encontrar su propio camino. Lo mismo que Edipo. Una y otra vez volvemos a los mitos griegos. Es que llevamos 3.000 años contando la misma historia.

Hechos probados: Dune no es la historia que muchos esperaban y ahí reside su grandeza. Fans de lo fácil que siempre queréis ver la misma historia una y otra vez, Dune no os va a gustar. En Dune no es tan obvio quienes son los buenos y quienes son los malos. De hecho, muchos personajes evolucionan ante nuestros ojos de un bando a otro o, como se dice en el film, «No hay bandos». «Sólo hay intereses», añadiría yo. En Dune los conceptos de bien y el mal están realmente difusos, no es como en otras sagas iniciáticas sobre elegidos como El Señor de los anillos, Matrix o Star Wars en los que el bien y el mal están perfectamente definidos. En el cine comercial puede haber, a lo sumo, alguna duda en algún personaje, pero la redención justo antes de morir el villano de turno (también masculino) queda muy bien en la pantalla. No era tan malo, pobrecito, y encima muere en un noble acto que le redime a ojos del público. Que le pregunten a Anakin/Darth Vader o a su imitador/nieto Kylo Ren.


 En Dune los intereses ocultos de los personajes femeninos (los más interesantes y ricos en matices, sin duda) son el motor de la trama. Los hombres de Dune son simples, codiciosos y fáciles de controlar. Les mueve la ambición y la satisfacción inmediata mientras las Bene Gesserit llevan siglos en la sombra tramando un plan. Lo cual nos lleva a la gran pregunta: ¿Es Paul Atreides realmente un héroe o un títere en manos de unos  fanáticos religiosos? Más allá de la evidente crítica del colonialismo, Frank Herbert trazó una velada advertencia sobre los fanatismos religiosos. Así pues, Dune es un compendio de los principales temas del siglo XX y, lamentablemente, del XXI.

 El principal problema del Dune de Villeneuve es la falta de carisma de Timothée Chalamet y Zendaya. Son guapos y quedan bien en pantalla pero no reflejan la evolución de sus personajes. Zendaya parece no saber si está rodando un anuncio de colonias o una escena de Euphoria buscando algo para colocarse. Una pena de error de casting en los personajes principales. Todo lo demás es impecable. Ya que estamos con las pocas pegas del film, del emperador de Christopher Walken sólo puedo decir que me ha parecido un pusilánime sin carisma. Ni sus ropas ni su apariencia expresan todo el poder y la vileza del personaje. Algo que sí ocurre con el barón Harkonnen.

De lo más disfrutable de Dune es la escena en blanco y negro para presentar al personaje de Feyd-Rautha de Austin Butler, a pesar de su estética de vídeo clip de los 90, me parece lo más destacable visualmente de Dune parte 2. Austin Butler (Elvis) está muy bien aunque no hace olvidar a Sting y me empuja a imaginarme como hubiera estado Mick Jagger en este personaje en el fallido film de Jodorowsky. Por cierto, me resultó curioso que Léa Seydoux aparezca en Dune ya que su abuelo compró los derechos y estuvo a punto de producir la primera adaptación con Jodorowsky a principios de los 70s. Cincuenta años después, finalmente una Seydoux participa en Dune.

Sentencia: ¿Qué adaptación de Dune es mejor, la de Villeneuve o la de David Lynch? Ambas son grandes espectáculos hijas de su tiempo pero me quedo por poco con la de Villeneuve. Lo siento, maestro Lynch, básicamente prefiero la de Villeneuve ya los efectos especiales han avanzado mucho y Villeneuve (que es un director sensacional) ha tenido 6 horas para contar esta historia mientras Lynch no tuvo control sobre el montaje y mutilaron su film dejándolo en menos de 3. ¿Es mejor Dune parte 2 que la primera parte? Pues no, simplemente es más espectacular y menos aburrida.

*************OJITO, SPOILERS**********

 Volviendo a los personajes femeninos, ha habido un par de modificaciones en Dune parte 2 que me han hecho arrancarme las vestiduras en la sala del cine.

La primera: Villeneuve ha modificado al personaje de Chany. Es aquí una feminista que decide oponerse a un matrimonio que la deja en un segundo lugar, algo que no ocurre en el libro. En el libro, Chany acepta el matrimonio de Paul con Irulán asumiendo su papel de concubina, se sacrifica por el bien de su pueblo. Pero Villeneuve lo ha cambiado, adaptándolo quizás a las nuevas tendencias del siglo XXI. No olvidemos que Dune tiene más de medio siglo y lo del rol sumiso de las mujeres era lo habitual. Esta modificación me ha molestado ya que traiciona el espíritu del libro.

La segunda: Alia (que será un personaje fundamental en la saga) todavía no ha nacido al final del film. Por lo que Alia no puede matar al barón sino que es Paul quien lo hace. Sinceramente, no entiendo este cambio, creo que es mucho mejor en el libro o en film de Lynch. Al menos, Alia aparece en una visión con los rasgos de Ana-Taylor-Joy, muero de ganas de ver cómo continúan la saga.

 

 

Dune (Parte 2) o La eterna tragedia del héroe

by: Luis Cifer

by: Luis Cifer

Luis Cifer, nació en la ciudad del cierzo. Se dice que siempre viste negro, que Luis no es su nombre real y que duerme en la calle. Otros dicen que tiene un trabajo, que no bebe alcohol e incluso que es padre de familia, pero no hay nada confirmado. También se le puede encontrar en su blog de cine.

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