- Si para el resto del país fue el año del grunge, las olimpiadas y la exposición universal de Sevilla, para mí fue el año de Wish.
Tras el éxito de esa obra maestra llamada Disintegration (1989) Robert Smith anunció el final de The Cure, era tiempo de empezar su carrera en solitario. Sin embargo, para el lanzamiento del LP de remezclas Mixed Up! (1990) se dieron cuenta que algunos masters originales se habían perdido por lo que el grupo tuvo que volver al estudio para regrabar las partes extraviadas. Fue allí en el estudio donde se constató que la magia del grupo seguía intacta. Las relaciones entre los miembros del grupo volvieron a funcionar y no solo grabaron las partes que faltaban sino que surgió un tema nuevo: el sensacional Never enough. Smith volvió a plantearse seguir con el grupo y grabar un nuevo LP bajo el nombre de The Cure.
Lamentablemente, el pleito judicial por los derechos de canciones y el nombre del grupo con Porl Thompson (miembro fundador del grupo que fue expulsado tras la grabación de Disintegration por sus adicciones) supuso un importante gasto de energía, tiempo y dinero. Debido a ello, no podían usar el nombre The Cure al estar en medio del litigio por el nombre, por lo que en Wish el grupo aparece sólo como CURE.
Influido por Timeless de My bloody Valentine y todo el movimiento Shoegaze, The Cure facturaron en Wish su disco más guitarrero y saturado. Wish tiene capas y capas de distorsión y ruido por doquier. Smith parece plasmar su hastío y desesperación a base de un sonido crudo y duro. Respecto a Disintegration, los teclados casi desaparecen y los ritmos se aceleran. Si Disintegration era un disco triste y depresivo, Wish fue angustioso y tormentoso. Sirva de ejemplo el inicio con Open, una larga letanía de asfixiante atmósfera a base de guitarras estridentes.
Las letras de Smith llegan a uno de sus puntos álgidos en From the edge of the Deep Green Sea (una de sus mejores canciones de todos los tiempos), A letter to Elise u Open. La letra de Open habla de hastío y un vacío existencial que es parcialmente rellenado por unas drogas que, pasado el efecto estimulante, provocanun hastío mayor. También From the edge of the deep green sea es un tema que habla de relaciones (tanto amorosas como con las drogas) que no llevan a ninguna parte pero es imposible terminar. Wish no es un disco conceptual pero sí tiene cierto orden ya que empieza con Open y se cierra con End, dos oscuras y estridentes canciones, en medio Smith se marca algunas de sus mejores baladas como Apart (pocas veces una ruptura ha sido plasmada de forma tan cruda en una letra), la emocionante Trust y To wish impossible things, joyas en forma de canción que rebosan desesperación por perder al ser querido.
En Wish primaban la angustia y la oscuridad pero también había hueco para la luz en buenos temas pop algo más optimistas como Wendy Time o Doing the unstruck. El primer single fue High un buen tema pop digno de incluirse entre los mejores singles de The Cure. Sin embargo, ese hit llamado Friday I’m in love no casa demasiado con el resto del LP y debo reconocer que me gusta pero casi siempre lo salto cuando escucho el LP. Para muchos Friday I’m in love es su canción favorita de The Cure, para mí no.
Ahora se ha reeditado con motivo de su 30 aniversario. Smith ha declarado que nunca estuvo conforme con las mezclas finales del disco y que en su día le hubiera gustado tener más tiempo para mejorar su sonido. Ahora Smith ha remasterizado Wish en Abbey Road (nada menos) corrigiendo los errores del original, aunque lo cierto es que las diferencias son prácticamente imperceptibles. ¿Simple treta comercial o nos estamos quedando todos sordos? En la edición Deluxe se incluye Lost wishes: aquellos temas instrumentales para los que Smith no encontró letra y que se editaron únicamente en cassette. También se incluyen un buen montón de demos y más temas instrumentales que, sinceramente, aportan muy poco a no ser que seas un hard fan de The Cure.
Lo que está claro es que Wish cerró la década gloriosa de The Cure (1982-1992). A partir de ahí, su carrera ya nunca fue la misma. Siempre es un buen momento para redescubrir Wish, el último gran disco de The Cure.
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