Luis Cruz comenzó a mediados de los 80 a prestar su magia a la grandeza de Topo en aquel fantástico «Ciudad de músicos» y desde entonces, ha formado parte vital del grupo de Lele Laina y Jose Luis Jiménez, una de las bandas fundamentales del rock de este país le pese a quien le pese, por mucho disimulo que alguno ponga cuando se les nombra. Además Luis ha puesto su guitarra al servicio de otra mucha gente, que en esta tierra nuestra es complicado vivir tan solo de una banda. Pero esta vez es su segundo disco en solitario lo que le trae a las páginas de Rock The Best Music. Junto a La Furgoband, donde encontramos a otro ilustre como Rafa J. Vegas, bajista de Rosendo durante tantos años y canciones que también forma parte fundamental de la vida de este que escribe, Luis Rodrigo a la otra guitarra y Pedro Navarro a la batería, además de la colaboración de Kacho Casal quien ya tocase junto a Cruz en «Ciudad de músicos» además de haber tocado en Asfalto y Burning. Con The Fish Factory como discográfica que nos invita a acompañarles en este viaje «Con la música a otra parte».
Luis y compañía son una banda de ROCK AND ROLL así con mayúsculas y eso es lo que nos ponen en la cara una vez que pulsas el play. Desde ese riff de hard clásico de la canción que da nombre al disco y la chulería con la que acomete la parte vocal de la estrofa. Por cierto, que buen y bonito solo ser marca. «Silencio» tiene un fondo duro, cañero, con una letra punzante y un rollo urbano. «Nos gusta la gente» tiene un toque dixie que consigue que se ritmo se apropie de ti. El rock chulesco y callejero asoma en «Calor» con su espíritu canalla. Seguramente mi canción favorita del disco es «Mi guitarra y yo» un repaso por la historia del Rock And Roll maravilloso en el que suenan auténticos himnos de esta música nuestra que nos da la vida. Las guitarras suenan de vicio durante todo el disco y los solos son para remarcar, algo que quiero hacer hincapié antes de seguir adelante con las canciones que conforman este disco.
Rock duro visceral es lo que nos encontramos en «Valentina», una letra valiente, una guitarra dura, un piano brutal y una sección rítmica contundente. El blues salta a la palestra con «Isla Esmeralda» y su homenaje a Gary Moore al que recuerda en esos solos. En «Gregario» nos topamos con ritmos ska y aires latinos como hacían gente como Hechos contra el decoro pero mucho mas cañero. «Días» me ha recordado mucho a Raimundo Amador, esa mezcla de sonido americano y toques autóctonos, sin entrar en el deje flamenco del de Sevilla pero sí me ha venido a la cabeza su forma de tocar. Cierra el disco «Como un loco» donde mira de frente las raíces de la música norteamericana pero sin perder el rollo rockero en ningún instante. ¡Menudo disco se han marcado Luis Cruz y la Furgoband!.
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