El Sábado 9 de Julio el Mad Cool empezó para mí con Guitarricadelafuente en el escenario principal. La verdad es que su peculiar propuesta a base de fusionar y actualizar distintos estilos del rico folclore nacional me parece muy original. Guitarricadelafuente hizo gala de un universo íntimo y personal en el que caben la jota, el flamenco, los boleros, la bachata, la bossa nova, la salsa o incluso el reggaetón. El chaval lo está petando con su primer disco, La Cantera, y el escenario principal no se le quedó grande, que ya tiene mérito. Habrá que seguirle la pista.
Guitarricadelafuente
Luego me fui corriendo a ver en el escenario 3 a Don Broco, un grupo de descerebrados británicos que me dejaron alucinando. El cantante parece haber salido de un Delorean directo desde el año 86 pero sudó la camiseta como un campeón. Chapó para la entrega de este tipo con el sol de justicia que estaba cayendo. Ejecutan un rock musculoso y pegadizo de la hostia. Entre las citadas pintas del cantante, su forma de bailar y los tremendos pogos que se formaron entre el gentío, fue un concierto de lo más potente y divertido. Si tenéis la oportunidad, no os perdáis a Don Broco en directo.
Don Broco
Luego le tocó el turno a Leon Bridges, quien deleitó al personal con peculiar revisión del Soul clásico de toda la vida. La verdad es que Leon Bridges no ha inventado nada, pero lo que hace lo hace francamente bien a base estilo, buenas canciones y una banda perfectamente engrasada.
Leon Bridges
Luego fue el turno de Pixies. A ver cómo lo digo… Un grupo que ha pasado por tiempos mejores. Y que ayer vinieron a cumplir con el expediente. Yo la verdad es que vi a Frank Black más pensando en si había apagado la luz del salón al salir de casa que metido en un concierto. Ni una sonrisa, ni un gracias ni una arenga al respetable, nada. Vamos tocando para acabar rápido que quiero ver el Sálvame. Musicalmente estuvieron bien, quien tuvo retuvo, pero tocaron sin demasiada convicción ni ganas. Sus grandes éxitos tipo Where’s my mind, Debaser, Monkey gone to Heaven o Here comes your man fueron recibidos por el público de forma mucho más entusiasta que por el propio grupo. No hubo comunicación ni entre los miembros del grupo ni con el respetablw. Podrían haber tocado ante un muro de piedra o un rebaño de vacas que el concierto hubiera sido el mismo. Al menos, Paz Lenchantin sí parecía a veces contenta de estar ahí y hasta sonreía. El resto parecían profesores universitarios incómodos en un baile de graduación. Una pena que un grupo de la talla de Pixies se pasee por los escenarios principales de los grandes festivales con esta actitud de “todo por la pasta”. Igual Frank Black se quiere presentar a un concurso de imitadores de David Gilmour, no sé si ganará pero lo cierto es que cada día se parecen más.
Pixies
Llegó el turno de Kings of Leon. Su pegajoso rock triunfó como era de esperar. Como no me acreditaron para hacerles fotos, pues no hay foto, y además los vi poco rato. El final con The Bucket y Sex on fire (joder, no me la puedo quitar de la cabeza desde entonces) fue apoteósico. Me escapé a ver a Alessha, la gran promesa nacional del hip hoy y los ritmos urbanos. Esto de los festivales es un rebotar entre estilos y escenarios. Y eso que a mí la cultura hip hop no me entra. pero en la variedad está el gusto y siempre hay que tener el radar a punto. Lo cierto es que la patrona no tuvo ayer su noche debido a unos problemas técnicos que deslucieron mucho su actuación. Retrasos e interrupciones al no tener retorno arruinaron su noche. No pasa nada. Estas cosas ocurren. Alessha es muy joven y seguro que habrá noches mejores. Visto lo visto, potencial tiene de sobra.
Aleesha
Mi objetivo principal del día era disfrutar de mi idolatrada Florence + the Machine. El problema es que estos programadores de festivales lo hacen a mala leche para que me coincida Florence + the Machine con Editors, otro de mis grupos favoritos. Así pues, me tocaba decidir. Con todo el dolor de mi corazón, tuve que elegir a Florence + the Machine. No sé si acerté o no, pero la verdad que con Florence y the machine pasé un rato excelente, me gustó mucho su concierto. El sobrecogedor inició con la dupla Heaven is here y King me pareció formidable. Florence Welch estuvo como siempre, divina pero cercana. Como una diosa caída a la tierra. Hablando de paz, de amor, de quererse a sí mismo, de quererse a los demás, etc. Básicamente, la puesta en escena del concierto era ella, su prodigiosa voz, su pelo, un vestido largo granate y un ventilador. Con eso Florence Welch se basta y se sobra para emocionar al personal. Por supuesto, su voz está a un nivel superlativo. Florence se encontró a gusto, bajó al foso, se dejó arropar por sus fans, se abrazó a ellos incluso cantó Dream girl evil sostenida literalmente por las chicas que había en la primera fila. Se dio un baño de multitudes impresionante ayer en el Mad cool. Agradeció al personal todo el amor y el cariño recibido. Como buena suma sacerdotisa, aquello se convirtió en una una celebración de la vida. No faltaron los temas de su último disco, Dance fever, y My Love hizo botar a la audiencia. También rescató hits de sus anteriores trabajos. Yo personalmente eché de menos algunos temazos como Ships to wreck o Cassandra. Aunque a lo interpretado anoche no puedo ponerle ninguna pega. ¿Fue el setlist demasiado corto? Sí. Lo único negativo de su sensacional espectáculo.
Florence + The Machine
Ya cercanos a las 2:00 h de la mañana tocaba volver al escenario 2 Madrid is LIFE (ojito al nombre) para asistir a los cañonazos de Royal Blood. Royal Blood es uno de estos grupos que con un instrumento de cuerda y una batería (al más puro estilo White Stripes) se montan unos conciertos memorables. Los asistentes disfrutaron de lo lindo con sus atronadores riffs. Lo cierto es que flipé bastante con estos tipos. ¿Cómo diablos sacan ese sonido de un bajo? Un final potente para un día de lo más variado y satisfactorio.
Royal blood
Venga, alguna foto más:
Florence + The Machine
Aleesha
Pixies
Leon Bridges
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