Han pasado 25 años desde que descubrí a Rammstein gracias a David Lynch y Trent Reznor en la banda sonora de esa fascinante película llamada Lost Highway. Aquel sonido atronador de los alemanes se fusionaba con las enfermizas imágenes de Lynch creando una experiencia sensorial difícil de explicar. A partir de ahí les seguí la pista y cuando llegó la fama internacional gracias a singles como Du Hast o Engel Rammstein ya estaban entre mis grupos favoritos. Mucho se dijo en su día sobre si eran un grupo gay u homófobo, nazi o antinazi. Polémicas vacías aparte, cualquier que haya seguido la trayectoria del grupo sabrá que de nazis y homófobos tienen tanto como de baturros. Pero Rammstein siempre han jugado muy sabiamente con la los tabúes y los dobles sentidos. A todo ello hay que añadir un exquisito sentido del humor que los hace simplemente adorables.
En mi humilde opinión, sus 3 primeros discos: Herzeleid (1995), Sehnsucht (1997) y Mutter (2001) son lo mejor que han grabado. Ese metal con toques industriales y pinceladas de techno de los años 90 se fusionaba con melodías wagnerianas para engendrar auténticas joyas de lo más disfrutable. Luego se han mantenido gracias a sus vídeos alucinantes y esos pirotécnicos conciertos que todo buen aficionado al metal debería presenciar, al menos, una vez en su vida. Pero la fórmula parecía agotada, el parón de 10 años que precedió a su anterior LP no presagiaba nada bueno. Para sorpresa de todos (y quizás debido a la pandemia y la falta de conciertos) Rammstein han tardado solamente 3 años en volver con Zeit, su nuevo trabajo. Zeit es un disco de Rammstein, sin duda, se nota desde el primer acorde. Como AC/DC o Metallica, Rammstein poseen su sonido inconfundible al cual no creo que vayan a renunciar nunca, pero sí que ahora admiten nuevos matices. Zeit supone una cierta evolución en el sonido de Rammstein, tranquilos, no se han pasado al pop ni hacen bachata, pero se han movido de sus constantes logrando resultados más que satisfactorios.
Armee der Tristen es el típico tema arranque de Rammstein aunque algo más pausado. Parece que la violencia ha dejado paso a una cierta reflexión. Zeit y Gifting son temas correctos que podrían haber estado en cualquiera de sus discos anteriores, nada nuevo bajo el sol de metal fundido. La primera sorpresa viene con Zeit y Schwarz, tan épicos como siempre Rammstein dejan hueco en la mezcla para otros instrumentos menos saturados y hasta un piano. El inicio de Gifting (con samples árabes y ese aire a techno noventero) y Dickle Titten (con una canción de folclore bávaro) dejan pronto paso a temas tan contundentes y redondos como de costumbre. No me convence demasiado el efectivo single Zick Zack, aunque gana con el soberbio vídeo y cuando traduces la letra (“La grasa de mi tripa en el bio contenedor, mi pene vuelve a ver el sol”). Como en las buenas películas, lo mejor viene al final, Rammstein levantan un poco el acelerador y nos dejan ver más matices en su música. Meine Tränen, Lügen y Angst me parecen lo mejor con diferencia de Zeit. Son canciones brutales y épicas en las que la voz de barítono de Till Lindemann alcanza cuotas de expresividad inéditas en el grupo. Hasta el uso del autotune les queda perfecto en Lügen para exacerbar la expresividad vocal de Lindemann. Para terminar tenemos Adieu, otro soberbio tema que gracias a un piano que parece emular a Nine Inch Nails suena a eso, a despedida. No sé si será realmente el final de Rammstein, en caso de que así fuera, no se me ocurre un final mejor.
Por cierto, ¿dónde está la versión que grabaron de Entre dos tierras de Héroes del Silencio? Ni idea, no aparece en el LP ni como cara-b. Se ha filtrado un vídeo por las redes pero no está confirmado que sea real o un fake. Esperemos que finalmente vea la luz.
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