Pongámonos en antecedentes. Ashley Campbell es hija de la leyenda del country Glen Campbell. Ashley empezó girando con la banda de su padre, a quien acompañó hasta que el Alzheimer le obligó a retirarse de los escenarios. De su lucha contra esta terrible enfermedad dejó buena muestra el documental Glen Campbell: I’ll Be Me (2014). A partir de entonces, Ashley Campbell ha lanzado 2 LPs más que correctos que, como no podía ser de otra manera, hunden sus raíces en la música popular americana aunque no andan exentos de cierto appeal pop. En su presentación en el Rock & Blues Café Ashley se hizo acompañar de un guitarrista y una violinista. Una voz, dos acústicas, un violín y un puñado de excelentes canciones. ¿Quién puede pedir más para un domingo por la tarde?
Debemos agradecer el titánico el esfuerzo que salas como el Rock & blues Café llevan a cabo para que la música en directo no desaparezca. A pesar del aforo limitado, la distancia, las mascarillas y el puñetero gel, el espectáculo debe continuar. Con una buena entrada (dadas las restricciones) la cantante rubia se subió al escenario para deleitarnos con lo más granado de su repertorio en solitario y algún que otro clásico del cancionero americano. De entre lo primero cabe destacar temas como Better boyfriend, Lonely one, Good to let go, If I Wasn’t, Suitcase heart o Forever’s not that long. La voz de Ashley sonó siempre afinada y emotiva mientras sus compinches cumplían sobradamente su tarea. Entre canción y canción Ashley se declaró encantada de estar de gira por nuestro país mientras anunciaba su amor por el jamón ibérico y las croquetas, bien regado todo con un rosado. Se notaba a gusto entre este público entregado que respondía con entusiasmo a sus canciones.
En el apartado de versiones, la temperatura no dejó de subir con los recuerdos a la rubia de oro del Country por antonomasia Dolly Parton (Jolene), Johnny Cash (Highwayman), Elvis (King of the road), Bob Dylan (Don’t think twice, it’s alright) o el gran Willie Nelson. En medias Ashley se quedó sola en el escenario para deleitarnos con su pericia al banjo. Como era de esperar, hubo también momentos para el recuerdo de su padre con su clásico Gentle on my Mind y un emotivo tema propio Remenbering. ¿Qué queréis que os diga? Yo pasé un muy buen rato con estas bellas canciones interpretadas con sumo mimo y profesionalidad.
Cuando acabó el show, tras un par de bises de rigor, tuve la sensación de haber asistido más a una celebración de la música americana que a un concierto como tal. Buena señal.
Fantástico concierto y local. Qué voz tan genuina, natural y cercana al público. Una delicia de artista. Su potencial actual en la música country pop es grandísimo. Vive a la sombra de la fama de su padre » como referencia e introducción » pero le supera en mi opinión en cualidades, variedad de instrumentos, versatilidad y voces. Ojala consiga llegar dónde merece próximamente. Suerte Ashley ¡¡¡. Esperamos verte pronto de nuevo por España.