Desde hace años podemos disfrutar los lectores de Rockthebestmusic de las maravillosas traducciones de Ángel Ferrer. En su estimable labor tiene más repercusión, en una revista donde prima lo musical, las canciones y discos pero hay que rendirse ante su traslación al español de los poemas de Baudelaire o Poe. Un trabajo incansable para ofrecernos alta cultura desde un medio modesto pero que nunca se ha limitado a ofrecer “lo de siempre” desde el “mismo punto de vista”. Cosas como las que plasma Ferrer en sus artículos son las que consiguen el orgullo de escribir a los que participamos en esta web.
Ahora tenemos la fortuna de poder tener recopilados en este audiolibro que presenta la editorial Bubok una importante selección de los poemas del estadounidense Poe que Ángel Ferrer nos ha ido presentando en la imprescindible sección “Algunos poemas” en Rockthebestmusic. Un Edgar Allan Poe célebre por sus cuentos de terror, quizás los más importantes como dejó escrito otro genio del horror americano como fue H. P. Lovecraft en su antológico ensayo “El horror en la literatura”. Figura mayúscula que ha trascendido y ha acabado convertida en un icono, llegando a otros campos y artes, a subculturas como los góticos o en el cine donde directores como Roger Corman rindieron tributo y pleitesía. Tampoco la música se libró de la influencia de Poe, recordando la versión de Santiago Auserón del “Annabel Lee” de Radio Futura, curiosamente sus versos son los que ponen fin al trabajo de Ferrer.
En los diecisiete poemas que conforman la obra podemos escuchar las inmortales palabras de versos tan conocidos como los de “El cuervo” o el antes referido “Annabel Lee”. Un pedazo de la historia de las letras en la que Ferrer nos sumerge, en una tarea ardua y complicada pero terriblemente placentera para el lector. No podemos estar más de acuerdo con estas reflexiones del traductor aragonés:
“-Uno nota la gramática perfecta de su autor, la cual, obliga a detenerse en cada palabra, para conseguir el flujo líquido que uno siente cuando se le lee. La pureza de su lenguaje se hace patente porque cuando las palabras no casan, se nota más. La lectura se vuelve una escalera con peldaños de distintas dimensiones, en lugar de una melodía sinuosa.“
Ahora solo nos queda adentrarnos en el mundo de Poe, relajarnos y escuchar con atención, tranquilos y en silencio (tal vez en la cama) esta muestra del talento lírico de Edgar Allan Poe. Seguro que sería mejor en una vacía sala de la mansión de nuestros ancestros o en la cripta familiar pero entendemos que a falta de castillo o grandes extensiones de terreno lugares más modestos nos sirven para el disfrute de esta antología que con tanto detalle ha traducido Ángel Ferrer. Al final como en el cuervo del poema podemos acabar escuchando al ave gritarnos “Nunca más”.
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