Hoy os traigo otro zambombazo de órdago proveniente de nuestras islas del Atlántico, en concreto de Gran Canaria. El tremebundo trío de stoner metal que atiende al nombre de STONEVILLE no son ningunos recién llegados, se forman en 2014 y dos años después ya tienen su primera carcasa árida en formato EP, I (2016), dejando muy buen sabor de boca y muchas promesas tanto en estudio como encima de un escenario y que debían confirmarse sí o sí con la venida de su segundo trabajo, también titulado como el minimalista II (2020). Pásate al otro lado y cúbrete la zona de flotación porque se avecina un buen castigo…
Imposible no dejar de tomarse ‘La Pildora’ para adentrarse en la maraña sónica de Stoneville!!!…
No me voy a andar con chiquitas y demás prolegómenos, II (2020) es un pepinazo abrumador, la banda se consolida y consagra desde el primer corte, «The Pill», con cierto toque high energy él y que debería estar atronando ahora mismo en vuestros pabellones auditivos. En el cruce de caminos en donde confluyen los Mammoth Mammoth, Motörhead y Black Sabbath, ahí mismo en donde se encuentran nuestros protagonistas de hoy. El EP se siente armado hasta los dientes, con las ideas claras y con una excesividad instrumental desértica que me transporta de inmediato a la disciplina aussie de los ‘Mammoth’. «Burning» y «Hot Woman» muestra la parte más pesada y monolítica de la banda, stoner metal que pesa toneladas con esos riffs cadenciosos y esa interpretación vocal rasgada y viciosa de su frontman. Todavía se oscurece más el invento con la ‘sabbathica’ «Dark», los canarios bajan a su particular infierno facturando una composición stoner doom con cierto toque Helmet en algún instante. BRUTAL. «Bandit» despeja la bruma infernal y nos devuelve a las dunas de la superficie insular con un corte machacando la sexta cuerda que da gusto. «Give Fun» es sencillamente una barbaridad, muro de sonido impenetrable, cierta sensación de vacile en vocales y una ejecución suicida a degüello. El EP no podía cerrarse de mejor forma tributando claramente a nuestro Lemmy bajo las hostilidades de «Pull It Out», una vacilada a mil por hora con el Rickenbacker en primer plano y con una mala hostia que va a acojonarte hasta las últimas consecuencias. Y hasta aquí, el regreso de Stoneville ha sido todo un triunfo, uno de los mejores discos del año en cuestiones desérticas… y ya te digo que sé de lo que hablo…
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