Muchos los quieren comparar a los Lynyrd Skynyrd o a losAllman Brothers, mientras que otros los denigran sin miramientos culpables de haber dejado la autenticidad en sus primeros discos. Por mi parte no estoy de acuerdo con nada de esto, Blackberry Smoke son una grandísima banda, pero muy lejos de las míticas bandas que acabo de mencionar y tampoco creo que hayan perdido autenticidad. No han inventado absolutamente nada, ni musicalmente, ni tan siquiera en la actitud.
La banda de Charlie Starr lanza su séptimo álbum por todo lo alto, con una campaña publicitaria digna de los años setenta y un sin fin de ediciones y merchandising para “contentar” a su legión de seguidores. “You Hear Georgia”, es un disco que bebe de los grandes discos sureños, pero Blackberry Smoke intenta que no parezcan una burda copia de un estilo del cual es muy difícil crear algo nuevo. Para eso nada mejor que injertar algo de funk al estilo Little Feat como en el tema “Hey Delilah”, que consiguen que no todo sea temas con un fondo boogie, o las típicas baladas de bares de motoristas donde todos andan ebrios y con pensamientos lascivos. Hasta en algún momento intentan seguir los senderos de My Morning Jacket, pero no es el camino a seguir para la banda de Charlie Starr.
El disco es bueno, pero siguen sin sorprender realmente y eso a pesar de tener buenas composiciones e interpretarlas con cariño y esmero. Este nuevo trabajo cuenta con las típicas estrellas invitadas que siempre se agradecen,pero que salvo el reclamo efectista no aporta gran cosa mas. Warren Haynes, en “All Rise Again” y Jamey Johnson en “Lonesome for a Livin’ “
Cuidado no malinterpreten mis palabras, este disco de Blackberry Smoke es un buen disco, pero le faltarían unos “Whipping Post” o “ Simple Man” para que fuese algo memorable, y eso que “Hey Delilah”, “Ain’t the Same”, “Lonesome for a Livin ‘” y “All Rise Again” son de las mejores canciones que han compuesto la banda. Pero lo que siento cuando escucho “An Evening At TRI “, aquel bolo que la banda hizo junto a Bob Weir, nunca lo he vuelto a percibirlo en ningún otro disco suyo. Después de 20 años, la banda siguen confeccionando canciones que te hacen pasar un buen rato, la lastima es que los temas son muy similares a las anteriores de todas las que Blackberry Smoke han hecho.
Los que aman la banda tienen su ración de nuevos temas y los detractores seguirán viendo lo que les molesta de ellos aun con más fuerza. En definitiva no hay nada inesperado, pero todo es muy efectivo. Perfecto artefacto para recorrer millas de camino hacia algún festival veraniego, de esos que tantos añoramos, temas para tomarse unas cervezas con los colegas en tu bar favorito, composiciones para creerte durante unos minutos un vaquero cabalgando a lomos de un bronco por las praderas de Georgia.
Un disco americano al 100% desde su portada al interior de sus surcos.
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