Hoy hace 25 años que murió una de las insignias más grandes del cine norteamericano y, sin duda, el emblema del cine musical junto a Fred Astaire.
Mis recuerdos de infancia van indefectiblemente ligados a su figura. Sus películas, sus canciones y sus bailes eran plato común en aquellas sobremesas añoradas de cine clásico en mi infancia. Casi todas sus composiciones duermen en nuestra memoria, y cada vez que suena en algún sitio y vuelven a reponer sus composiciones nos sacan una sonrisa, un gran recuerdo y un sentimiento de bondad adherido a él.
Sus parejas alternaban entre la fémina por la que se enamoraba y bailaba junto aél, casos de Judy Garland, Rita Hayworth, Leslie Caron o Debbie Reynolds, o el compañerismo simpático y con buen rollo encarnado por Frank Sinatra, Oscar Levant o Donald O’Connor. Su estilo vivaz, enérgico e innovador le distinguía de la clase y elegancia del maestro e indiscutible número uno hasta el momento, Fred Astaire. Su única aparición junto a él fue en “Ziegfeld Follies” de Vincente Minnelli en 1945, y su admiración y amistad fue mutua.
Pese a su participación en la IIGM, donde se encargó de rodar unos documentales por el Pacífico, volvió por todo lo alto y para quedarse. La unión de talentos junto a Stanley Donen, con el que coincidió en la película “Las modelos” de Charles Vidor, y su desbordado talento le llevaron a encabezar alguno de los hitos del cine musical. En ese campo destaca la danza Alter Ego en dicha filmación, su interpretación junto al ratón Jerry en “Levando anclas” de George Sidney, la 1ª filmación en exteriores de una película musical de “Un día en Nueva York” de su amigo Stanley Donen, en la que participó como co-director, o la innovadora y larguísima escena musical junto a Lesley Caron en “Un americano en París”.
Su importancia y aportación al cine musical es extraordinaria y, tantos años después, las nuevas generaciones siguen emocionándose con sus interpretaciones, su eterna sonrisa y su vigor en el baile. Muchas son las películas o escenas musicales que podrían copar el cetro como emblema del musical, pero pocos disienten a la hora de nombrar “Cantando bajo la lluvia”, donde volvía a compartir las tareas de dirección con Stanley Donen, la protagonizaba, y nos dejaba alguna de las escenas más emblemáticas de la historia del cine.
Alejado del cine musical también dejó huella con películas de la talla de “Los tres mosqueteros” de George Sidney, emblema del cine de aventuras clásico, junto a personajes tan marcados como la Milady de Lana Turner o el Cardenal Richeliu de Vincent Price; o “La herencia del viento” de Stanley Kramer junto a Spencer Tracy o Fredrich March; o su viaje a Francia para participar en otra cinta emblemática dentro del género musical europeo, “Las señoritas de Rochefort” de Jacques Demy. Aunque también deberíamos destacar sus obras como director en exclusiva trabajando con intérpretes de la talla de James Stewart, Barbra Streisand, Henry Fonda o Walter Matthau, casos de “Hello, Dolly” o “El club social de Cheyenne”.
Os dejamos un decálogo de películas para que recordéis a uno de los más grandes, porque 25 años después de su muerte, Gene Kelly sigue entre nosotros.
1.- Las modelos, Charles Vidor (1944)
2.- Levando anclas, George Sidney (1945)
3.- El pirata, Vincente Minnelli (1948)
4.- Los tres mosqueteros, George Sidney (1948)
5.- Un día en Nueva York, Stanley Donen & Gene Kelly (1949)
6.- Un americano en París, Vincente Minnelli (1951)
7.- Cantando bajo la lluvia, Stanley Donen & Gene Kelly (1952)
8.- Brigadoon, Vincente Minnelli (1954)
9.- Siempre hace buen tiempo, Stanley Donen & Gene Kelly (1955)
10.- Las Girls, George Cukor (1957)
Un grande del cine, hay que ver lo rápido que pasa el tiempo pero sus películas no pierden la magia.