A pesar de que pueda sonar a tópico manido, mi primer flechazo con Brasil vino a través del fútbol. Concretamente de aquella selección que disputó el Mundial 82 en España. Un equipo dirigido magistralmente por Zico y Socrates, con Tele Santana como seleccionador. A pesar de que no lograron el título, sigue siendo la mejor Brasil que he visto hacer fútbol – como comprenderéis, por edad no puedo hablar de Pelé y compañía con la misma soltura -. Más tarde, tan solo unos años, llegó el Thrash Metal. En unos tiempos excitantes, que deseamos agarrar con fuerza cualquier propuesta que no viniese de la hegemonía germano, británica, estadounidense, nos topamos de frente con unos Sepultura que se mostraban como orgullo del Tercer Mundo. Mientras disfrutábamos de las lecciones violentas de Sepultura, en mi camino se cruzaron Dorsal Atlántica, Ratos de Porao y Sarcofago. Luego fueron llegando más historias musicales desde aquellos lares, que reconozco que no calaron demasiado en mis gustos, pero el Thrash made in Brazil si que ha llamado especialmente mi atención desde hace ya décadas – ¡joder, como va cumpliendo uno años!. Quizás la última gran banda brasileña de Thrash en conquistarme fue Nervosa. Por lo que las últimas noticias que llegaron respecto al desmembramiento del grupo me pusieron en estado de alarma. Nunca sabes por dónde van a salir estas cosas. Lo cierto es que a la vez que llegaban nuevas sobre cómo se iba conformando la formación alrededor de Prika Amaral, pintaba todo muy, pero que muy bien. Por un lado, Diva Satánica, vocalista de Bloodhunter, una de las bandas mas interesantes del panorama metálico hispano. A la par, Mia Wallace, que tampoco necesitaba presentación. Solo quedaba la duda de cómo respondería a la batería Eleni Nota. Una nueva formación con el handicap añadido de superar un disco como «Downfall Of Mankind», que había puesto el nivel de exigencia realmente alto. Así que con «Perpetual Chaos» castigando mis ya de por si castigados altavoces, llega la hora, no de hacer comparaciones, sino de ver como se presenta este artefacto de potente e impactante portada.
El riff de «Venomous» te golpea directamente dando paso a un tema acelerado, rozando el death, algo sobre todo gracias al poder vocal de Diva Satánica. Desde el comienzo, se puede comprobar que Nervosa funcionan como un todo en el que el conjunto es devastador, pero las partes brillan con potencia. «Guided by evil» comienza con un riff que podríamos definir como un cruce entre Black Sabbath y los Slayer de «South of Heaven» para dar paso a un ataque frontal con esas partes melódicas tan propias del Thrash más clásico. «People of the abyss» vuelve a presumir de contundencia, rozando de nuevo el death, construyendo un muro de sonido difícil de derribar. «Perpetual Chaos» disminuye la velocidad que no la potencia, siempre con el efectivo trabajo de Amaral y de nuevo destacando las guturales de Diva Satánica, y es que la coruñesa consigue erigirse en protagonista, sumando uno plus de brutalidad al sonido de Nervosa. «Until the very end» cuenta con la colaboración de Guilherme Miranda. Puro y furioso Thrash en el que la sección rítmica da una clase magistral. Asoma a estes caos perpetuo ni mas ni menos que Schmier en «Genocidal Command», para llevarnos al terreno del Thrash alemán más contundente a lo Destruction/Sodom, con una altísimo duelo entre Schmier y Diva. Si venia comentando que Nervosa con este disco – y presupongo que gracias a la labor de Diva Satánica – se acercaban a las fronteras del Death, las traspasan con «Kings of domination», donde sobresale el trabajo de Mia Wallace al bajo – realmente durante todo el disco es de nota y altísima – y una Eleni Nota que confirma el gran acierto de su fichaje.
«Time to fight» confirma lo dicho de la anterior canción, con esa batería que se presenta como un batallón de tanques llegando al campo de batalla, el descomunal trabajo del bajo, el ritmo marcado por la guitarra y por supuesto una voz brillando con luz – u oscuridad, según se mire – propia. «Godless prisoner» vuelve a esa continua batalla Thrash/Death, deambulando entre ambos estilos con un descomunal duelo entre guitarra y batería. «Blood Eagle» se torna más oscura, ralentizando su sonido para hacerlo más pesado, recalcando la importancia del riff. El carismático Erik AK salta a escena en «Rebel soul», aportando dosis de melodía y un acercamiento al sonido más heavy, contrastando con las líneas vocales más agresivas de Diva Satánica. Tras esa concesión, se lanzan a tu cuello con la veloz «Pursued by judgement», subiendo varios grados en la escala de violencia sonora y algún guiño a lo Slayer. Cierra el disco «Under ruins» con un inicio descomunal, de esos que lesionan cervicales para entrar seguidamente a por todas. ¿El mejor trabajo de Nervosa?. ¡Sin duda!
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