Quien me iba a decir a mí que iba a volver a estar enganchadísimo a la rivalidad Daniel LaRusso Vs. Johnny Lawrence en pleno S. XXI!!!. Sabéis que soy hijo de los 80’s y que ultimamente lo estoy gozando con series tales como Stranger Things o cortometrajes pasados de vueltas como King Fury que extraen lo mejor y más genuino de aquella década maravillosa y llena de magia e imaginación narrativa y visual.
No presté mucha atención cuando la primera temporada fue estrenada en YouTube Red en 2018, pensaba que iba a ser un sub-producto, rollo Serie ‘B’, y ni tan siquiera me interesé sobre si Ralph Macchio y William Zabka estaban en el reparto y, en su caso, si daban ‘el callo’ pero mira tú por donde que vista la repercusión y la creciente ‘CobraKai-Mania’ el monstruo de Netflix se hace con la ficción karateka y descubro una serie que sigue a la perfección la atmósfera y parámetros de la original Karate Kid (1984) sorprendiéndome con un planteamiento ciertamente inesperado…
Lo tengo que contar. Gracias/por culpa del blockbuster dirigido John G. Avildsen (Rocky) nació mi pasión por las artes marciales hace cuarenta años con una llama que nunca se ha apagado; descubrí practicamente enseguida al Pequeño Dragón y su Jeet Kune Do, no tardé en hacer Taekwondo en aquellos años, el gran arte marcial emergente en España y que comenzaba a quitarle el protagonismo al Karate y el Judo y que me permitió amar el deporte y el sacrificio que conlleva (bueno, de esto Stallone también tiene la culpa…) además de tener unos cuantos triunfos deportivos (los únicos) en aquella época. Todo esto gracias a Daniel LaRusso y el Sr. Miyagi ji, ji…
Pero no nos engañemos, la magia empezó a perderse en la segunda parte con la ausencia de la rivalidad con Johnny, a pesar de la buena ambientación y el cambio de registro y localizaciones viajando a Okinawa. Las carencias de Macchio, actor flojo , encasillado, muuuy limitado y con pocas aptitudes (o poco interés) hacia las artes marciales comenzaron a hacer aguas por todas partes con movimientos igual de torpes y pueriles (o peores) como cuando comenzaba a seguir las enseñanzas de su gurú Miyagi. De la tercera y de las demás (…) no sigo porque me ponen muy nervioso…
Y bien, 34 años después de que LaRusso ganase el campeonato de All Valley y marcase a toda una generación llenando gimnasios y devolviendo las artes marciales su protagonismo, nos llega una más que correcta continuación de los hechos convertida en un serial de dos temporadas (y una en camino) en donde de forma dinámica y ágil en capítulos de treinta minutos se nos muestra en qué punto se encuentran los dos protagonistas principales del invento, LaRusso ha triunfado con sus concesionarios de coches y lleva una vida desahogada en las colinas de L.A., sin embargo, a Johnny Lawrence no le ha pasado lo mismo, el trauma de aquel campeonato y la agresión de su Sensei le han pasado tanto factura que se ha convertido en un ‘looser’ alcohólico que se dedica a solucionar las chapuzas caseras a los ricachones, vive en un apartamento de mala muerte y sigue anclado en los 80’s visionando una y otra vez Aguila de Acero (1986) y Yo, el Halcón (1987) desconociendo incluso qué es eso de Instagram.
Lo cierto es que, el para mí uno de los puntos álgidos de Cobra Kai es que el peso de los acontecimientos lo lleva William Zabka (J. Lawrence) y no Macchio como cabría esperar y, ¡¡¡joder!!!, es convincente al 100% eclipsando en muchos momentos a su ‘contrincante’. De hecho, una de las cosas que más me vuela la cabeza es que en muchos momentos no sabes de qué parte ponerte, dudas si eres de Miyagi Do o de Cobra Kai o al revés, no te dejan saber quien es el malo y quien el bueno, ¡no sabes qué Dojo escoger! cuando en los 80’s los papeles tenían que estar claros. GRAN ACIERTO en pleno S. XXI.
Otra de las cosas que te enganchará es la agilidad a la hora de contar y exponer tramas que, si bien no son demasiado retorcidas exponiendo cosas sencillas y mil veces vistas en pelis/series teenagers, no se hacen tediosas precisamente por la disciplina citada de la media hora por capítulo. Y bueno, acabo ya, considero que lo que puede estar enganchando más tanto a maduritos cuarentones como a un nuevo público muuuucho más joven es precisamente el excelente elenco de chavalería de secundarios que no deja de cubrir roles básicos (el chulito, el nerd marginado, la pija/guapa popular, el atractivo rebeldón, etc,…) pero que se aguantan con unos actores muy bien ajustados a los mismos.
A partir de aquí, también te encontrarás cameos y apariciones de personajes de la peli original, necesarios flashbacks en los momentos en que se necesita y sin abusar y… la ‘promesa’ de que el personaje de ‘Ali’ y algún otro hagan acto de presencia en la 3º Season….
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