Érase una vez que andaba yo en el estrés de San Mateo —mucho concierto y poco rato—. Acababa de ver al Isra (el de Terzero) con la banda palestina (con algunos Terzero más) en el parque del Ebro y me subía casi corriendo al Parlamento a ver otro concierto. Eran los The End, con MJ, una de las mejores vocalistas que me he echado a la cara. Me salté las dos primeras, pero el resto fue una pasada. El caso es que terminan, que si vienen, que si saludan… y hay un menda que me está mirando de pasada, en plan “este gilipollas me debe dinero”. Se me acerca. “¿Tú eres Teo?”. Sí, ¿pues? ¡Joder, si soy Eduardo! El de Amigo de Nadie, El Congrio Dinámico, Aposento, Ethos… Yo asintiendo como el de Me llamo Earl, menudo guitarrista. Y después de un rato hablando me dice: “Muchas gracias por tu labor. Nos dais mucho juego a las bandas”. Encima. Ahora vete a decirle que es un tomate. ¿Cómo no me va a caer bien? El caso es que tiene una banda que sólo hacen versiones de los Pecos, Aposento se llama… pues se van a enterar. Un, dos, tres… ¡Caña!
Liber al Vel Legis. Las baladitas como me gustan. Locura al doble bombo, desguace de timbales y platos y una tomatada gutural que si la pasas del revés aparece Satán y te dice que le da canguis. La batería tiene un rollo a Sepultura, tramos de mucho redoble, y otros en los que encadena bombo y caja a ritmo estertóreo, como en Arise. Estaba pensando en la voz. Cualquiera que sepa algo de música te va a decir que hacer guturales en condiciones sin joderte la garganta es más difícil que cantar ópera. Corey Taylor, el de Slipknot, cuando se pone destroyer, es capaz de sacar un registro así. La diferencia es que a Slipknot le gusta saltar de partes guturales a otras melódicas y Aposento es pura droga sin cortar, como cantaba Violadores del Verso. Aquí las melodías son riff de guitarra a lo Max Cavalera.
Heretics by the Grace of God. El chiste más viejo de la República, contado en susurros durante el franquismo: comunista y ateo por la gracia de Dios. Esto es pillar la bromita y pasarla por el tamiz del satanic destroyer metal. La etiqueta es una gilipollez que se me ha ocurrido, pero me niego a reseñar un estilo (rock o metal) que tenga más escisiones que el cristianismo moderno. Me estaba acordando de un disco de Craddle of Filth… Dusk… and Her Embrace (no me acordaba del título, si no es por internet, tengo que ponerme a revolver cajones). Si le quitas los teclados y obvias las voces, el combo batería-bajo-guitarreo lleva la misma receta que Aposento. Aunque las guitarras hacen esa especie de medio punteíllo típico de Mick, de Slipknot (escucha el principio de Psychosocial).
Kadosh-Spiting on the Trisag. Salvando las distancias, y bien salvadas, me estaba acordando de Fight Fire with Fire, de los primeros MetallicA. Cierto que las guitarras son de otra manera, pero las estrofas de los de San Francisco tienen algo maníaco y a la vez pegadizo, como los Aposento. Aunque no entiendas inglés, dan ganas de mover la cabeza. Es como cuando oyes Sepultura, o White Zombie. Sabes que es poderoso. MetallicA siguió un camino que no parece cruzarse con los Aposento, pero si escuchas ambas con mucha imaginación, se ven los nexos en común.
Samhain-The night of Ignis Fatuus. Otro flashazo de los que me dan a mí. Machine Head, Unto The Locust, en el lapso de unos pocos segundos para tomar aire antes de estallar en un nuevo riff destroyer, sueltan un guitarrazo quemapúas por el estilo. Es difícil con el nivel de decibelios que sueltan estos tíos estar a las minucias, pero el juego de platos da empaque, no sólo destrucción, a la parte percusiva.
Akerbeltz. Me estoy dando cuenta de algo casi incontestable: creo que Aposento son los cabrones más oscuros que he escuchado. Una lista: Ardi Beltza, Knibal, Machine Head, Slipknot, Cannibal Corpse… mira que son todos unos flojeras baladitas, pero es que estos tíos se llevan la palma. No se me ocurre nadie más destroyer. Me estaba acordando de Max Cavalera, que tenía la guitarra sin dos cuerdas, las de los punteos, y se la sudaba. A estos Aposento les pasará lo mismo. Es puro riff machacacuellos.
Noli me Tangere. Me cuesta hasta pensar. ¿He dicho ya doble bombo y destrucción? Han conseguido algo que creía imposible. Estoy rescatando discos de White Zombie y de Pantera y, en comparación, me suenan casi a rock. Después de rebuscar por todas partes, me ha aparecido un disquito The Post-Apocalyptic Servant, de los Sinister. Estaba en una carpeta llamada Caos. Pues mira, tienen un poco de ese guitarreo.
Vamachara -The left hand path. Seguramente, la más melódica, por lo menos en los primeros acordes. Las guitarras tienen un aire a Ich tut dir Weh, de Rammstein. Los alemanes encajonan la distorsión entre batería y bajo, y Aposento es más filoso, pero ambos han creado un ritmo machacón. Después, el rollo de siempre, redoble loco, una especie de punteo de manicomio guatemalteco, como los pimientos de Homer, caña y satanic destroyer metal.
Reveltation 777. Esta tiene un aire a Saliva. Otra columpiada. No digo que sean clavados, digo que Saliva podría versionarla. Sin doble bombo, con una voz más rockera, en plan I walk alone, o Fuck off you. Tiene una base thrash alrededor de las cuales han creado su interpretación death metal, intercambiando riffs frenéticos, con partes más machaconas, más napalm.
The Dweller on the Thresold. Se demuestra mi teoría. El punteo podría ser de Satriani, y ese primer riff, que desemboca en tres acordes, se repite y salta otros dos, es puro thrash, pero de la vieja escuela, del estilo a Anthrax en In my world (entre berrido y berrido de I’m not afraid).
Doomsday – The Metanoia of Redemption Process. Había una banda, 10 Fold, cuya canción Sleeping Giant se hizo famosa por ser el tema de entrada de Matt Morgan, un famoso wrestler (eso que hacía Hulk Hogan. Al que lo llame pressing catch lo pongo de cara a la pared). Esta podría ser la versión destrucción apocalíptica, por lo menos, en la parte riffs. En comparación, Sleeping Giant suena a una de esas seguidillas de saltar a la comba. El punteo es de lo mejor del disco, y traen a la mente a Machine Head de nuevo, en el I Am Hell (Sonata in C#).
Los treinta y seis minutos más jodidos que he escuchado nunca. Hasta Sepultura se permitía alguna versión traída a su terreno, algún desfase melódico. Como he dicho, Aposento es lo más bestia que me ha pasado por los tímpanos en mucho tiempo, por no decir en mi vida. Dos cosas antes de terminar: primero, pedir disculpas a la banda. No es un estilo que frecuente mucho, lo que ha podido hacer que muchos detalles se hayan perdido en mi ignorancia. Segundo, y por encima de todo, gracias. Interpretaciones musicales como la suya son el vivo ejemplo de la evolución del rock&roll y el heavy metal. Cuando veo que The Beatles dio a Black Sabbath, que Deep Purple a Machine Head, Buddy Holy o Jimy Hendrix a todos los guitarristas del siglo, Motörhead a Sepultura… Aposento son lo más bestia, lija del uno, pero no han caído del cielo, tienen raíces en otras decenas de bandas cuyo sonido no se parece en nada. Es lo bueno del arte. No tienes que parecerte ni copiar para ser heredero. Palabrita de escritor.
Si alguien quiere invocar al demonio o tomarse una cerveza con estos tíos, enlaces de la banda.
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