El metal en los tiempos del Covid quizás sería un buen título para un artículo. Vete a saber. El caso es que luchando contra viento y marea – como si hubiese hecho otra cosa durante toda la vida – las bandas y sellos siguen apostando a pesar de que no se presenta nada halagüeño el panorama, menos aún con la imposibilidad en muchos casos del directo. Como decía, discográficas y grupos no cesan en su tesón y en mis manos cae este «Life Human» de Alyanza, editado por The Fish Factory, que detrás de su futurista portada acorde con los textos de las canciones, rápidamente se lanza a toda velocidad con la canción que da nombre al disco, un trallazo de thrash metal actual con ingentes dosis de melodía. Sorprende la segunda canción, «Star of heaven» donde desfilan aromas más propios del power metal aunque suficientemente endurecido como para huir de parámetros excesivamente trillados. «En new r-evolution», Alyanza suenan como unos Blind Guardian muchos más oscuros y thrashers incluso viniendo a mi mente en el estribillo cuando escucho las partes vocales de Andrés el gran Mille Petrozza. «Directions» vuelve a tomar un nuevo giro destacando el trabajo instrumental e incluso acercándose a terrenos propios del metal progresivo aunque va tornando en un trallazo thrasher nada convencional. Por cierto, ¡que maravilla de guitarras!.
«Duality» se acerca a las barricadas próximas de aquellas bandas británicas que fueron evolucionando del death/doom en los noventa como Paradise Lost presentándonos un metal gótico que podría emparentarse con la época del «Draconian times» o «Irreligious» de Moonspell. Vuelta a la tralla con «Bad emotions», pisando el acelerador, batería desbocada y líneas vocales propias de la vieja escuela. «Something» es un acertado medio tiempo en el que de nuevo aparecen tintes góticos y destaca particularmente por la voz de Marta. «Life human» es un disco que en ningún momento se le puede tachar de monótono, Alyanza tratan de abrirse a distintas maneras de entender el metal sin perder su personalidad y además con acierto. Por ejemplo en «For the glory» buscan ese tono épico y uno sonido a lo Children Of Bodom o Amon Amarth. «Coexistence of evil» es puro heavy metal coexistiendo – vale, me ha venido como anillo al dedo – con el thrash, como una vuelta de tuerca más al «Painkiller» de Judas Priest con pasajes más progresivos. Cierra el disco «Lie, Rotten, False», un ejercicio de puro thrash metal del que te deja las cervicales hechas papillas. Un disco variado pero sobre todo muy bueno en conjunto, con una banda que suena muy, pero que muy bien.
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