Hubo una época que el Rock se escribía siempre en mayúsculas, algo parecido al cine. El Rock era como Hollywood, con estrellas en el firmamento que nunca nadie alcanzara por mucho que se esfuercen. Bowie, Jagger, Dylan, Lennon… nunca serán remplazados. A día de hoy tenemos un elenco de grandes músicos y cantantes, pero ninguno tiene el aura, carisma, que tienen o tenían todos estos grandes del Rock. Esa gente sudaba música, emanaban música en todo su ser, dejando una huella tan profunda como las de los dinosaurios para la posteridad.

Tuvieron lugar orgías sexuales y musicales, muchas quedaron plasmadas, otras, por el contrario, sólo se cuentan en libros y en anecdotarios, otras son simples recuerdos en viejas cintas que alguien tuvo la presencia de poner y apretar el botón de REC. Uno de aquellos momentos por los que uno daría un brazo, puede ser el encuentro del príncipe de las tinieblas Miles Davis con Prince, o cuando Hendrix y Jim Morrison pasaron una velada dando rienda suelta a su amor por tocar.
Justamente de esa noche os quiero hablar. A día de hoy todavía queda la incertidumbre de la fecha exacta de las grabaciones en el Scene Club, así como el personal que aparece en ellas. El 07 de Marzo de 1968 es la fecha más probable, cuando este milagro musical se produjo, en donde Jimi Hendrix junto a Jim Morrison y Lester Chambers, más otros dos guitarristas, que muchos dicen fueron Johnny Winter y Rick Derringer, junto a un bajista y un batería que eran miembros de The McCoys o de The Young Rascals, hasta que finalmente se descubrió que era Mitch Mitchell y Noel Reading, pero otras fuentes persisten en afirmar que allí estaba Buddy Miles y el bateria de McCoy, Randy Zehringer. Otros afirman que ni Johnny Winter, ni Rick Derringer estaban entre ellos, pero que el resto si que estaban en esta Jam increíble y misteriosa. Johnny Winter negó haber estado allí, pero el Scene Club era propiedad de su gerente, Steve Paul, y por aquellos tiempos estaban todos en una nube psicodelica que al día siguiente nadie recordaba nada de nada. Muchos no lo recordaban y otros ya no están para confirmarlo, o no quisieron decir nada debido a los problemas legales con las discográficas. Todo es extraño, como la elección de los temas, cuatro largas jams que pudiese dejar a la imaginación que Clapton también estuvo allí. Finalmente en los discos se imprime que fue en los Record Plant Studio que tuvo lugar la grabación, pero el sonido es tan pésimo que también genera dudas.
 
Circulan muchas diferentes copias de estas cintas pasadas a vinilo de diferente calidad, que solo otorgan a este artefacto el valor emocional de dicho encuentro. Era un invierno frío y nevado en NYC, Morrison y Hendrix se juntaron para entra en calor junto a otros colegas para pasarlo en grande mientras compartían Bourbon y Marihuana. Solo se conservan cuatro temas extraídas de aquellas cintas personales de Mr Mojo Rising, y que fueron robadas después de su muerte. La calidad de sonido es pésima, y Morrison esta desfasado, se dice que por momentos es el que aporrea los parches, pero el desempeño de Morrison en lucirse no es exactamente lo que uno imaginaria, el saber que esta junto a ese dios de la seis cuerdas llamado Hendrix, es uno de los sueños mas húmedos que puede tener un fan de aquellos tiempos.

“Red House” en una versión completamente diferente a las que solemos escuchar, muy cercana al Crossroad de Cream, People, People, People , Tomorrow Never Knows y Sunshine Of Your Love de los Cream. La grabación ha aparecido bajo varios nombres, incluidos Sky High , Bleeding Heart , Morrison, Hendrix, Winter, también circulan copias bajo el nombre de Morrison’s Lament , y que Ron Kretsch en su libro “Dangerous Mind comenta que es el título apropiado ya que Morison borracho, solo sabe lanzar blasfemias estúpidas. Por lo visto Morrison se invitó a sí mismo y a Hendrix no le importo la intrusión, ya que se puede escucharle decirle que «use el micrófono de grabación», Morrison también toca la armónica y Jimi era frecuente que tocara allí según el biógrafo de Hendrix; Tony Brown. Ademas siempre tenía una grabadora a mano, por lo que seguro la grabó él y luego Morrison se la quedó, o algún otro! Uno se imagina y pregunta que podría haber resultado de una verdadera sesión, sobria y bien grabada!!!

by: Laurent Berger

by: Laurent Berger

Tsi – Na – Pah estudió Bellas Artes y más tarde cocina. Actualmente recorriendo Andalucía vendiendo y comprando viejos vinilos. Apasionado del rock progresivo y del rock americano de los setenta. Colaborador en distintas revistas musicales y tiendas de música en la época donde se vendía música de verdad.

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