No se confundan Vds con el título del último trabajo de WILL HOGE , TINY LITTLE MOVIES, pues poco tiene de esos cortos filmes de desteñidos colores o grises tomados con aquellos tomavistas que servían de pequeños documentales de familiares celebraciones. Más que esos amables cortos rebosantes de felicidad, lo que Will Hoge nos deja ahora son un cortos documentales que lanzan uppercuts a la mandíbula llenos de primeros planos de un viejo combate de boxeo.
Tras «My American Dream», un disco que destilaba una impresionante mala baba frente a la sociedad que le rodea , Will con «Tiny Little Movies» usa para golpear una agresiva puesta sonora más que el aspecto literareo. Will regresa para contar sus historias de amor, de autopistas y relaciones ,más que a lanzar diatribas como en American Dream, pero esas narraciones siempre mantienen la magia de gran narrador social que es Hoge ( Midway Motel).
Siempre se ha tachado a Will Hoge de ser uno más de esos herederos de Springsteen (con buena parte de razón todo sea dicho ), y sin embargo en este «Tiny Little Movies» podría tacharse este trabajo como su»Echo» particular gracias a temas de rock stadium con influencia sixties y riffs salidos de las cuerdas de los Heartbreakers como «Thats How You Lose Her», «Maybe This Is Ok» o «The Curse», más que de apoyarse en cánticos a lo del de New Jersey que sólo se aprecia notablemente en la country «Even the River Runs Out of This Town». Es más, Will elige el punk rock, o rock de pegada salvaje al estilo Social Distorsion, o de unos fieros Adams o Malin ( The Overthrow, que cuenta con la ayuda de David Axelrod o Con Man Blues ) que épica intensidad melodrámatica tan propia del Boss para dar forma a sus pequeñas filmaciones sonoras.
Y dentro de todo ese conjunto de grandes momentos destacan dos joyas , dos momentos inolvidables, dos escenas que nunca se dejaran de reproducir , una es «My Worst», excelso monumento de evangelico blues soul para una desgarradora canción de perdón, con los vocales a cargo de Kendra Chantelle y Hollie Hammel y unas guitarras a cargo de Dan Baird realmente sublimes ; el segundo es «All The Pretty Horses», una de esas impresionantes baladas de aire campestre que Hoge deja al final de sus trabajos con la impronta del fortín de su voz.
WILL HOGE en esta ocasión ha elegido registrar sus pequeños filmes apostando en buena parte por la energía eléctrica con un regio sabor américano con unos resultados que te noquearan hasta tomar tu corazón.
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