No time to die, la canción de Billie Eilish para el homónimo nuevo film de James Bond es floja, muy floja. Billie Eilish, no olvidemos que tiene 18 años, ha escrito y producido No time to die con su hermano mayor Finneas O’Connell y, posteriormente, fue arreglado por Hans Zimmer. El tema es una balada de corte clásico, hay que ver lo clásicos que se ponen los modernos cuando hay dinero de por medio. Una vez escuchado el tema con detenimiento, ya podemos decir que No time to die ni aporta nada nuevo ni respeta la tradición. Es más, suena a pastiche, a quiero y no puedo. Como era de esperar, Billie se limita a susurrar una oscura letra de desamor acompañada de unos minimalistas arreglos orquestales que nunca acaban de repuntar. ¿Podría haber sido peor? Sí, mucho peor. Al menos no hay elementos de rap ni autotune ni moderneces varias. El problema es que el tema no suena fluido ya que no hay una base musical que sirva de hilo conductor al conjunto. La sombra de John Barry es muy alargada y cada vez se le echa más de menos.
«No time to die» se inicia con un piano simple pero inquietante y con la deprimente voz de Billie Eilish susurrando una oscura letra de engaños, mentiras y frustración. Poco a poco se van incorporando los habituales elementos musicales de la saga: cuerdas, metales e incluso el mítico noveno acorde menor con el que termina el tema original de James Bond compuesto (al menos legalmente) por Monty Norman. Eilish acaba cantando algo en el estribillo, como para darle sentimiento al asunto, pero queda bastante forzado. Comparar ese do de pecho de Eilish con la nota final de, por ejemplo, Thunderball de Tom Jones o la de Shirley Bassey en Goldfinger es simplemente sonrojante.
Por mucho que la guitarra eléctrica de Johnny Marr (sí, el de The Smiths) evoque la del tema mítico de 007 o detrás de los arreglos orquestales esté un poco inspirado Hans Zimmer, el tema no vale demasiado. Se limita a repetir patrones de sobra conocidos y manoseados. Incluso se atreve a calcar casi al pie de la letra el esquema de Writing’s on the Wall, el tema de Spectre que cantó Sam Smith y que ganó el segundo Oscar a mejor canción para la franquicia. El primero lo ganó Adele con Skyfall. ¿Ganará No time to die el tercero?
No seamos necios. La elección de Billie Eilish corresponde a una estrategia comercial destinada a acercar la saga de James Bond al público adolescente (que son los que mayoritariamente consumen y descargan música hoy día). Y la cosa ha funcionado: en una semana ha vendido 90.000 singles, ha sido nº 1 en UK y ha tenido 10,6 millones de streamings. Es el mejor resultado de una canción de una película de James Bond en una primera semana. Una treta que ya funcionó de lo lindo en los años 80 cuando grupos de moda entre los adolescentes como Duran Duran o A-ha interpretaron los temas de Panorama para matar (A view to a kill, 1985) y 007: Alta tensión (The living daylights, 1987) respectivamente o cuando Madonna destrozó Die another day (2002). La gran pregunta está en el aire ¿Es peor No time to die que Die another day de Madonna? Pues no, por poco, pero no. Madonna va a seguir, por ahora, con el deshonroso título de peor canción para James Bond aunque seguida de cerca por Billie Eilish.
Hola…escuché el tema y no sonaba mal. De todas formas no admite comparación con otros temas de películas de James Bond. Creo que es un tema que va con los tiempos y no pierde la esencia y se actualiza con esta cantante. Habrá que darle una oportunidad si está Johnny Marr y Hans Zimmer ahora que nos pelis de Superhéroes de Marvel o DC en el horizonte…