-Ya son muchos años de vida los de Schizophrenic Spacers , ¿qué ha cambiado respecto a vuestros inicios, tanto en el plano musical y personal como en el panorama ibérico?
Ufff, tanto que no quiero ni recordarlo. Éramos ingenuos, arrogantes, pero también muy palurdos. Debo reconocer que la banda siempre «sonó». El primer bolo de la banda, tres meses después de ser creada, así lo atestigua. Pero creo que lo de cantar en inglés fue un handicap. Hoy día hay muchísimas bandas que cantan en inglés de forma natural, pero entonces estábamos nosotros, los Hot Dogs, Rockzilla, Tokyo Sex Destruction, y no recuerdo muchas más. Aunque no me gustan nada, pero los/las respeto, Dover hicieron que el inglés en España fuera posible. Eso es así. También era el momento para abrirse de orejas, pus las bandas hispanas se estaban quitando el miedo a que les comparasen con las bandas foráneas. Nosotros prometíamos; recuerdo que mucha gente decía que no teníamos nada que envidiar a las bandas escandinavas o americanas del underground. Pero los cambios de formación nos retuvieron una y otra vez. Hubo un poco de mala suerte, porque entonces éramos jóvenes y con nada que perder. Hubiese sido el momento para intentar tirar hacia adelante de forma seria. De todos modos, prefiero lo que se hace hoy día en España que lo que había entonces, cuando todos querían sonar a Hellacopters.
-¿Qué tiene “Now” que no tienen los anteriores discos?
No sé qué decirte. Las diez canciones funcionan y la sensación es que cuando acaba tienes ganas de más. Eso es positivo.
-Para muchos “It Better Be Good” fue el “Physical Graffiti” de la banda. ¿Piensas que ese fue la cima de S.S o que simplemente fue el “doble” álbum que la banda debía hacer?
Nunca sabes dónde queda la cima de la banda hasta que esta desaparece y haces balance. Desde luego, aquél fue un gran, gran paso. Lo considero nuestra pequeña obra maestra. No es soberbia, estoy siendo honesto conmigo mismo. Ahora, no es cosa mía sino del público, decidir entre este y otro álbum de nuestra carrera. Muchísima gente opina que Now es mucho más divertido, por la inmediatez. Otros, que aquél debió ser un disco sencillo. Pero qué quieres que te diga, no cambiaría una sola coma de ese disco.
– Hacer un álbum requiere un esfuerzo, ¿crees que aún merece la pena sacar discos y que es una especie de desafío en una época que el oyente y/o el público en general ha reducido su tiempo de atención?
Ha cambiado todo tanto… Yo mismo, ya no dispongo ni de la mitad de tiempo que antes tenía para devorar música. Hoy día vuelvo a escuchar muchísima música en el trabajo gracias a una plataforma como Spotify, la cual puedo llevar en mi teléfono. Pero respondiendo a tu pregunta, es un desafío, pero que debe, ante todo, enriquecer artísticamente a uno mismo. Si quedas contento con el producto, ahí lo tienes. Esto me lleva de nuevo a It Better Be Good. ¿Crees que la gente tuvo la disciplina de meterse en él y disfrutar de cada cara en el orden correspondiente? No lo sé realmente. Pero el problema de hoy día es la inmediatez. «Lo escucho, me gusta a la primera, sigo con él». «Que no me entra, pues nada, a otra cosa». Hay tanta música al alcance de la mano que es imposible dar a bastos. De ahí que gran parte del público adquiera música como el que pide comida rápida. Yo tengo discos que tardo meses en ordenar, porque así les doy una y otra vuelta. Sé cuando un disco tiene varias lecturas y cuando no vale la pena perder más de dos o tres escuchas.
– ¿Grabáis a la vieja usanza, con todos en la misma habitación?
Sí, con Hendrik Röver es difícil hacerlo de otra manera. La banda suena mucho más natural de ese modo. Es cierto que en NOW hemos trabajado un poquito más la producción, pero es que para eso existe el estudio de grabación: para utilizarlo.
-Has dejado atrás tu alter ego Lon Spitfire o ya solo eres Sergio Martos?
Siempre fui solo Sergio Martos. En vivo soy muy extrovertido, pero sigo siendo yo.
– ¿Te ves sobre el escenario a los setenta y seis, como Mick Jagger?
Es una de las pocas cosas que se me dan bien. Quiero decir, subí a un escenario por primera vez a los cuatro años. Es algo natural en mi. La música es mi vida, una extensión increíble de mi ser. Así que espero poder tener la habilidad de subir al escenario cuando sea un anciano. Al final no eres lo que aparentas sino lo que proyectas. Eso sí, la diferencia entre Mick y yo es que posiblemente no andaré tan cómodo a esa edad hasta llegar al escenario. Cada vez es más complicado agarrar la furgo o el coche y salir de ruta, contando siempre los céntimos para no perder lo poco que se gana. Te aseguro una cosa, cuando te pasas seis horas continuas en el mismo vehículo con los mismos cuatro tipos, más te vale respetar a tus compañeros, porque de lo contrario eso salta por los aires. Creo que esa es la parte más horrible de este embrollo: los desplazamientos. ¿El dinero? Pues bueno, unas veces se cubre, otras no. Pero los desplazamientos son dolorosos. Mick tiene esa papeleta resulta. Aún así, incluso volando en jet privado, debe ser cansado. A veces miro las giras anuales de Alice Cooper y me pregunto: «¿este hombre nunca se cansa?».
-¿Para cuando una colaboración Alice/Sergio?
Ya sabes que eso no depende de mí. Me encantaría poder escribir algo para Alice.
-¿Para cuando ver a los Schizophrenic Spacers en el Azkena?
De nuevo, no puedo responderte a esa pregunta. Creo que Azkena está desperdiciando una oportunidad histórica, y no lo digo porque estemos nosotros ahí o no. La escena hispana es una mina de oro y no veo a muchas de esas bandas tocando en el festival. Azkena debería dar un puñetazo en la mesa y empezar a tratar a todas estas bandas, incluyendo la nuestra, con el respeto que merecen. Es un festival para fans y sé que a mucha de la gente que nos sigue le haría mucha ilusión vernos en uno de esos escenarios. Ahora, ¿en qué condiciones? ¿en qué tipo de horario? Vamos, pasan bandas por ahí que en gira no arrastran a más de 50 personas. Sin embargo, la mayoría de nosotros seguimos esperando su llamada. Azkena, y no Mad Cool o barbaridades por el estilo, debería ser el festival que en el futuro dijese: «Nosotros le dimos cobertura a las mejores bandas que han surgido del estado español en los últimos treinta años y estamos orgullosos de ello».
-¿Cuando saldrá otro BOOTLEG SERIES? Ese Tres hombres fue la re-hostia!
Me gustaría editar el bolo de Sgt Peppers que hicimos en Rocksound, pero el sonido deja bastante que desear. De cualquier modo, pronto tendremos una nueva entrega.
-¿Qué disco os gustaría y seria un reto interpretar?
Ahora mismo solo puedo pensar en Now y las siguientes representaciones. Me gustaría hacer muchísimas cosas, pero para eso se necesita tiempo. Y recrear o reinterpretar un álbum es algo que te absorbe durante meses. ¿Opciones? Creo que ya iría siendo hora de hacer Killer de Alice Cooper.
-Te digo unos títulos de discos y respondéis unas palabras de lo que significan para cada uno?
At Budokan: Cheap Trick
Es el directo, formato sencillo, perfecto. Los temas que pertenecían a In Color suenan con una frescura y dureza atónita, la versión de Fats Domino es definitiva, y además, incluyeron alguna canción que no aparecían en ningúnálbum. Ellos conquistaron, primero, el Budokan, y luego el mundo. Y a mí me ganaron para el resto de mi vida.
Now: The Tubes
No es mi disco favorito de la banda, creo que las canciones tienen menos cohesión que en discos como Remote Control o el debut. Aún así, siempre son interesantes. Ojalá Azkena les traiga algún año. Les vi recientemente y disfruté como un enano.
Quadrophenia: The Who
Excesivo, sublime, catártico.
Live At Harlem Square Club 1963 : Sam Cooke
Como At Budokan, de formato sencillo para ser un álbum en vivo, pero imposible encajar mejor música en tan corto espacio. Sus grabaciones en estudio se quedan en bragas al lado de esta barbaridad.
Mother Love Bone: Apple
Me dejó perplejo el día que lo escuché. No sabía a qué atenerme, pero las canciones eran fabulosas, una tras otra. Mother Love Bone se acabaron demasiado pronto, una puta desgracia. Puedo decir lo mismo de Jeff Buckley o Blind Melon (los de verdad).
– ¿Desde hace un par de años están cayendo nuestros héroes uno tras otro. Cuál es el que menos os esperabais que moriría tan repentinamente y cual os afecto más?
No por esperado, dados los últimos achaques de salud que sufrió, es menos doloroso, pero la muerte de Lemmy la llevo fatal. También la de Tom Petty, pero al contrario que este, a Lemmy lo podías ver cerca de casa frecuentemente. No habían pasado seis meses desde la última actuación de Motörhead, que ya estabas pensando en verles de nuevo. Y luego estaba el personaje; ya no quedan tipos de esa calaña. Cada entrevista que daba era oro puro y te dejaba pensando en lo que fuese que hubiese dicho. De nuevo, ¿porqué nunca actuó en Azkena?
– ¿Obras de arte, películas, series, etc que os habrían influenciado recientemente?
Vivir el día a día, esa es la verdadera obra de arte.
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