Se acabó lo que se daba. Otro año más el Slap! se consolida como un festival familiar con propuestas variadas de todos los rincones del mundo. Por la mañana, el Pool train kids ha amenizado el baño hasta la actuación de esos geniales punkis de conservatorio que son Los artistas del gremio. Esta era la tercera vez que los veía en directo, al segunda en menos de un mes, y cada vez me gustan más. Sus actuaciones son una perfecta conjunción de virtuosismo, mímica, humor, teatro y baile. Un espectáculo total. Vamos, que el término charanga se les queda muy pequeño a los de Ejea. Solamente ellos son capaces de tocar temas de Marilyn Manson, Judas Priest, Queen o Metallica para luego hacer un recorrido por las mejores melodías del cine y la televisión: de James Bond a Juego de Tronos sin parar de disfrutar. Y encima son de la tierra, no hace falta irse al otro lado del mundo para encontrar estos pedazo de artistas. La verdad es que se lo han currado de lo lindo con la que estaba cayendo. Chapó.
Tras otro chapuzón y un parón para comer es el turno de Za!, un grupo mutante que lleva la experimentación en su ADN. No sé si las 4 de la tarde es el mejor horario para esta excelente propuesta que puede que a más de uno se le indigestara. En un mundo con tanto triunfito, necesitamos más grupos como Za!. Algo más conformista es la propuesta del zaragozano Bigott, un habitual de este festival. Una vez más, Bigott ofreció un show con lo mejor de su repertorio aderezado con retazos de su peculiar filosofía de vida. Hizo el 10:15 Saturday night de The Cure, invitó a subir al escenario a bailar a quien se sintiera sexy y acabó con ese hit que es Don’t stop the dance.
Apretaba el calor y nada mejor que darse otro chapuzón amenizado por los clásicos del soul y blues que lanzaba Enrickenbaker + Felix mod zeta desde la cabina de la piscina.
La actuación del joven dúo femenino Juicy fue para mí el punto final ideal para este Slap! 2019. Estas belgas ofrecieron un show potente sin demasiados adornos, solamente ellas dos y sus teclados, alguna guitarra y una percusión electrónica. Suficiente para despedir al festival a base de rabioso synth pop. Juicy confirmaron la apuesta del Slap! por sorprender al público con sonidos cada vez más diversos.
Y ya está. Se acabó la décima edición del Slap! El único consuelo que nos queda es que cada segundo que pasa está más cerca la próxima edición.
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